Sin embargo, en mi experiencia resulta de gran utilidad para aquellos pacientes que no toleran o no responden adecuadamente a las férulas de descarga.
Si es tu caso, solicita una primera visita para realizar una valoración y comprobar si este tratamiento puede ser adecuado para ti.“
Aunque el bruxismo se trata habitualmente mediante el uso de las conocidas como “férulas de descarga”, éstas no reducen significativamente el volumen de la musculatura hipertrofiada ni constituyen una solución ideal para aquellos que sufren de bruxismo. Por ello, cada vez más pacientes solicitan un tratamiento que les permita complementar o incluso sustituir la férula, a menudo incómoda.
La toxina botulínica, empleada en un gran número de indicaciones médicas(contracturas, hipersialia por parálisis cerebral, hipertonía esfinteriana, cefaleas…) y estéticas (arrugas dinámicas, bandas platismales…) ha demostrado ser una gran aliada del paciente bruxista. Gracias a la relajación de la musculatura maseterina, se logra proteger del desgaste mecánico tanto la dentición como la articulación temporomandibular, gran perjudicada de este trastorno. Además, la reducción de la fuerza del músculo masetero se acompaña de una reducción de su volumen, dando lugar a un afinamiento del rostro, a menudo ensanchado por la hipertrofia muscular.
No es necesario seguir ningún protocolo de preparación.
Al igual que con sus indicaciones estéticas, el tratamiento con toxina botulínica requiere de refuerzos periódicos, que suelen realizarse a los 7 meses.
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