INDICACIONES
La rinomodelación consiste en la modificación de la estructura nasal mediante la infiltración de material de relleno, siendo los más utilizados el ácido hialurónico y la hidroxiapatita cálcica.
A pesar de resultar una opción muy atractiva cuando se quiere evitar pasar por quirófano, la rinomodelación no es siempre una alternativa a la cirugía. En efecto, durante una rinoplastia, el cirujano es capaz tanto de reducir como de aumentar el volumen de los distintos componentes de la nariz. En cambio, una rinomodelación se basa exclusivamente en la adición de volumen, por lo que no permite la corrección de grandes excesos de volumen. Sí que es posible, sin embargo, el tratamiento mediante rinomodelación de pequeñas gibas, pues la infiltración de volumen puede regularizar el dorso. En cualquier caso, es necesaria un gran cautela, pues un aumento excesivo puede romper fácilmente la armonía facial.
El tratamiento se realiza en consulta, pudiendo aplicarse anestesia tópica con antelación para un mayor confort, aunque no suele ser necesario. El tratamiento dura aproximadamente 15-30 minutos, durante los cuales se realiza un tratamiento gradual hasta lograr el resultado deseado.
RECOMENDACIONES ANTES DEL TRATAMIENTO
No es necesario seguir ningún protocolo de preparación.
La rinomodelación presenta una gran ventaja frente a la rinoplastia, y es que el resultado es inmediato y no obliga a suspender las actividades habituales. Sin embargo, dado que el material que se emplea es reabsorbible, los efectos no son permanentes. En la mayoría de casos la duración oscila entre 12 y 24 meses.
