Especialmente, cuando presentan un pezón de tamaño exagerado y poco congruente con el tamaño de la areola y de la mama. Existen diferentes técnicas para conseguir disminuir el tamaño del pezón, siendo estas sencillas y casi exentas de complicaciones.

¿En qué consiste?

Consiste en disminuir el tamaño, bien de forma excéntrica o extirpando parcialmente el tejido en cuña. De esta forma, podemos disminuir tanto el diámetro, haciéndolo más pequeño, como la proyección. En casos de hipertrofia asimétrica, se intenta buscar la simetría con respecto al del otro lado.

¿Cuánto tardan en notarse los efectos tras la operación?

Los resultados son inmediatos y podemos observar los efectos justo después de la intervención.

¿Qué tipo de anestesia se utiliza? ¿Cómo es el postoperatorio? 

Se suele realizar bajo anestesia tópica y local. Se indica el uso de una crema anestésica entre 30 y 60 minutos antes de la cirugía que puede aplicar la paciente en casa, y en la sala se aplica anestesia local. Si esto produce mucha ansiedad, puede realizarse la técnica bajo anestesia local y sedación, aunque suelen producirse pocos casos.

¿Cuál es la edad media de las personas que demandan este tratamiento? 

No existe una edad para la realización de dicha intervención, salvo para las pacientes adolescentes, que deben de haber completado el desarrollo. En mujeres tras la lactancia o bien con la menopausia puede producirse, por el estímulo de las hormonas, un crecimiento del pezón.

¿Cuáles son los riesgos de esta intervención? 

En general, son pocos los riesgos que pueden conllevar. Los más frecuentes pueden ser un pequeño sangrado a nivel de la herida quirúrgica y cierta hipersensibilidad que desaparece con el tiempo. En mujeres en edad fértil hay que avisar que, con algunas de las técnicas, pueden verse interrumpidos los conductos galactóforos y darse una dificultad para la lactancia.

¿Esta cirugía se realiza sola o combinada con otra cirugía de pecho?

Puede realizarse de forma aislada o combinada con un aumento de pecho, mastopexia, cirugía de mamas tuberosas. Es frecuente también en reconstrucción mamaria. En casos de mastectomía unilateral, puede utilizarse el pezón de la mama sana para reconstrucción del pezón extirpado.

Otros detalles importantes. 

El postoperatorio es muy llevadero. Indicamos higiene diaria, secar bien las heridas y, en algunos casos, utilizar pezoneras durante un mes.

Cuando cumplió 42 años, la actriz Isabella Rossellini fue despachada de las campañas de Lancôme. Llevaba más de una década siendo imagen de la firma (tras convertirse en una de las mujeres mejor pagadas por un trabajo así en 1982), pero los ejecutivos de la compañía consideraron que a esa edad no podía seguir vendiendo cremas. Algo similar le había pasado unos años antes a Lauren Hutton, que fue jubilada de su posición como modelo de cabecera de Revlon al llegar a los 41. Ironías de la industria y un giro radical en la sociedad han hecho que hoy Hutton encadene un contrato tras otro a sus 79 años y Rossellini, de 70, haya vuelto a protagonizar imágenes para Lancôme.

La belleza ha sido sinónimo de juventud durante gran parte de la historia, así que la industria dedicada a ella no levantaba la cabeza de ese periodo de vida. No es el único sector en proceso de revisar su edadismo. En España hay siete millones de mujeres de más de 60 años (casi el 15% de la población), pero el segmento está infrarrepresentado en los medios. En 2019 el Geena Davis Institute on Gender in Media hizo un conteo analizando todos los anuncios que desde 2006 habían participado en el festival más prestigioso de publicidad, el Cannes Lions: solo el 2,3% de personajes que aparecían en esos spots eran mujeres de más de 60.

“Estamos culturalmente educados para ver el proceso natural de envejecimiento con una mezcla de miedo, pavor y disgusto”, señala la autora de The New Beauty, Kari Molvar, “las mujeres en particular son menospreciadas más allá de cierto punto, cuando su juventud empieza a desvanecerse”. Solo en los últimos años el sector ha comenzado a reconocer la madurez en sus anuncios: L’Oréal Paris fue una de las pioneras y hoy cuenta entre sus embajadoras con Jane Fonda (85 años), Helen Mirren (77) o Julianne Moore (62); Jessica Lange fue imagen de la división de belleza de Marc Jacobs con 64 años, Joan Collins de Charlotte Tilbury con 86 y Charlotte Rampling hizo lo mismo en Nars con 68. Por otra parte, firmas como Clarins o Rilastil ya hablan abiertamente sobre cómo cuidar la piel durante la menopausia. “Ayuda que el criterio con el que medimos la ‘vejez’ haya cambiado (ahora que vivimos más y nos cuidamos mejor) y que las redes sociales estén derribando barreras en torno a la edad”, añade Molvar.

La paradoja es evidente: aunque no aparecieran en los anuncios, las mujeres mayores son las principales consumidoras de cosmética. “En los últimos años ha habido un empoderamiento en las generaciones que tienen más de 40 años. En cómo se perciben a sí mismas y en cómo quieren que la sociedad las perciba”, explica María Miralles, socia de la consultora McKinsey & Company. “Las marcas y los fabricantes vieron que cuando lanzaban determinados productos vendían muy poco, porque su comunicación se enfocaba a las jóvenes y a hechos o mensajes que las mujeres de determinada edad sabían que no eran reales”. Según la consultora, este segmento de la población dedica entre un 40% y un 50% de su gasto en perfumería y cosmética al cuidado facial y entre un 20% y un 25% a fragancias. El precio no es tan decisivo —”los productos de tratamiento para ellas son muy inelásticos, los siguen comprando aunque aumenten de precio”—, como sí lo es la veracidad.

Si la experiencia es un grado, para estas consumidoras de cosmética implica que la búsqueda de eficacia sea compatible con entender que una crema no es una varita mágica: “Con 50 años ya no se pretende tener una cara de 20, pero sí una piel saludable”, señala la directora de comunicación científica de Dior, Virginie Couturaud, “es un cambio de mentalidad que se ha visto especialmente tras la covid. Se quiere mejorar la calidad de la piel, como parte de un proceso de bienestar global que también tiene en cuenta la alimentación, el estilo de vida o el ejercicio físico”.

Ese realismo sobre hasta dónde puede llegar un tratamiento afecta a su vez a la demanda de intervenciones médico-estéticas: “La madurez implica aceptación”, dice la doctora Beatriz Berenguer Fröhner, cirujana plástica y vicepresidenta de cirugía estética de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), “la mayoría de las mujeres a esta edad tienen unas expectativas realistas y entienden los límites de la cirugía. Por lo general las suyas son decisiones más meditadas, menos impulsivas”. Triunfan la blefaroplastia (operación de los párpados), el lifting de cara y/o cuello y las cirugías corporales. Además, si el aumento mamario es la intervención más demandada entre las más jóvenes, según se cumplen años la tendencia se invierte: “Mujeres que se han puesto implantes en edades tempranas al llegar a los 45 o 50 buscan retirarlos, y mujeres que siempre han tenido el pecho grande y se encuentran incómodas, sobre todo tras la menopausia, se lo reducen”, añade la doctora Berenguer Fröhner. Cambian las prioridades y prima la comodidad.

La compra de productos por parte de las veteranas también está marcada por la planificación, frente al impulso que caracteriza a la generación Z: “La compra de belleza es programada. El 33% es reposición”, apunta Miralles, la consultora de McKinsey. Unas adquisiciones que llegan precedidas de la recomendación de boca en boca y de la búsqueda de la opinión experta. Algo que se nota hasta en los canales de venta preferidos. En el caso del laboratorio español Dermofarm, por ejemplo, su línea Eternalist A.G.E., de Sensilis (dirigida a pieles de más de 50 años), destaca por venderse más en farmacias, cuenta la directora de la marca, Paloma Perea.

Pese a la creencia de que las redes sociales son territorio de los mileniales y la generación Z, el 81% de las mujeres de entre 56 y 70 años ha usado Facebook en el último mes, según el más reciente estudio de redes sociales de la asociación de publicidad digital IAB. Su relación con estos canales es distinta a la que tienen las más jóvenes, pero no prescinden de ellos: “A partir de los 45 o 50 años habitualmente las mujeres no son grandes generadoras de contenido en redes, pero sí consumidoras. En el caso de la belleza, sobre todo de reseñas y de blogs que explican por qué es eficaz o no un activo. Por eso con ellas funcionan más las muestras para probar que los descuentos”, expone Miralles.

Las decisiones de compra llegan precedidas de mucha lectura para informarse, indagando en la eficacia, sin tomar ningún producto como una máquina para retroceder en el tiempo. Una demanda que sabe lo que quiere, que exige que se le hable directamente y sin ficciones y que impulsa a progresar a una industria que busca conquistarla. Mujeres orgullosas de sus cuerpos y su veteranía porque, como dijo la escritora Doris Lessing, “envejecer es una de las experiencias más valiosas”.

Someterse a una cirugía estética puede tener sus ventajas y sus inconvenientes, y es algo que puede suponer riesgos para nuestra salud que es necesario conocer. Es por ello que es importante saber si las razones que nos mueven a ello son las adecuadas o no, ya que la intención de una intervención quirúrgica para cambiar o modificar el físico puede esconder ciertos trastornos, que pueden ser desde una falta de autoestima o aceptación social, hasta una adicción enfermiza que debe ser tratada.

Si nos atenemos a su eco mediático, la cirugía estética bien podría parecernos ser solo cosa de famosos, para quienes el botox, el ácido hialurónico o las inyecciones ricas en plasma, para mantenerse lo más jóvenes posible, están a la orden del día. No obstante, en estos tiempos donde prevalecen las nuevas tecnologías y la preocupación por nuestra imagen, esta práctica ha ido, paulatinamente, extendiéndose.

En este contexto, voces expertas afirman que durante los últimos años ha habido un aumento progresivo de hasta el 30% de la demanda en cirugías plásticas, siendo España uno de los países de la Unión Europea donde más intervenciones de este tipo se realizan. Así lo asegura también el cirujano plástico Moisés Martín Anaya, para quien, sin embargo, su profesión se ha ido alejando cada vez más del mundo del espectáculo, más de lo que podrían hacernos pensar los likes o los seguidores en redes sociales.

¿Cuáles son los motivos que se esconden tras una cirugía plástica?

Las razones de este incremento de las cirugías estéticas, independientemente de los avances que se han producido en las técnicas de tratamiento, tienen que ver con la satisfacción que los clientes han encontrado en estas intervenciones, entre ellas una disminución del estrés y, como consecuencia, una mejora en la calidad de vida. A ello hay que unir un aumento de la autoestima y de la satisfacción con su imagen corporal, lo que influye de manera directa en sus relaciones personales y en un estado psicológico más positivo a la hora de relacionarse con los demás.

Pero tras el incremento de la cirugía estética y el hecho de sentirse bien consigo mismo, también hay pacientes que quieren mejorar  su aspecto por motivos muy concretos:

Complejos físicos que pueden derivar en trastornos psicológicos

Existen complejos que pueden dar lugar a pensamientos distorsionados sobre una cierta parte de nuestro cuerpo. Ese valor sobredimensionado que se le da a al físico y el malestar que nos produce este pueden llegar a atormentarnos hasta el punto de provocarnos estrés emocional o psicológico, y por ende la urgente necesidad de someternos a una cirugía para cambiarlo. Entre las operaciones más comunes se encuentran la otoplastia o corrección del tamaño y forma de las orejas, o aumento de mama.

Divorcios o rupturas sentimentales, entre las causas más comunes

La cirugía plástica, como acontecimiento posterior al divorcio, se ha convertido en una tendencia común entre aquellos pacientes que intentan verse mejor y demostrarle a sus exparejas la confianza que tienen en sí mismos. Es por ello que la liposucción o abdominoplastia se encuentran entre las operaciones más demandadas entre este tipo de personas.

Búsqueda de trabajo

Las operaciones de cirugía estética para conseguir un puesto de trabajo «son ya una realidad», asegura Moisés Anaya. Según este especialista, el 30% de las operaciones de cirugía estética se hacen por motivos laborales, ya que el trabajo es cada vez más importante y en algunos de ellos, un buen físico o una buena presentación requisitos imprescindibles para obtener el puesto deseado. El lifting es, en este caso, la operación estrella, puesto que la madurez física no siempre es sinónimo de madurez profesional y los pacientes acuden a ella para tratar la flacidez de la piel y las arrugas que delatan el paso de los años.

La piel que rodea los ojos es especialmente delicada y se convierte en uno de los primeros indicativos que detonan los signos del paso del tiempo. Aparecen las arrugas, líneas de expresión, las temidas “patas de gallo” u ojeras. Por eso, no es extraño que muchas personas busquen alternativas para abordar estos problemas estéticos.

La cantopexia y la blefaroplastia son dos buenas opciones para tratar los problemas estéticos vinculados con la zona de nuestros ojos. “Ambas cirugías pueden mejorar la estética de la zona ocular”, nos explica la Dra. Concepción Lorca García, cirujana plástica y Vocal de Comunicación de SECPRE, para quien la blefaroplastia es la cirugía de rejuvenecimiento de la mirada por excelencia, mientras que apunta que la cantopexia es un añadido, aunque su función no es específicamente para rejuvenecer.

¿Cuándo está recomendada cada una de dichas intervenciones?

“La blefaroplastia puede ser superior o inferior y puede tratar tanto el exceso de piel de los párpados como la hipertrofia (aumento de tamaño) de las bolsas grasas que existen en la órbita. Mientras, la cantopexia es la elevación y fijación del canto externo del ojo para hacer un ojo más rasgado o simplemente elevarlo en el caso de que estuviera caído o en mala posición”, nos cuenta la doctora de la SECPRE, que añade que, por tanto, “la blefaroplastia está indicada para pacientes con exceso de piel o aumento de volumen de las bolsas grasas de los párpados y la cantopexia cuando queremos modificar el canto externo del ojo”.

Es interesante, además, apuntar que ambas intervenciones pueden ser incluso complementarias. “Efectivamente, hay pacientes que se benefician de combinar ambas técnicas”, confirma la doctora.

Todo lo que debes saber sobre la blefaroplastia

Como explican desde la AECEP (Asociación Española de Cirugía Estética Plástica), la blefaroplastia es una de las técnicas quirúrgicas más demandadas en cirugía estética tanto por hombres como por mujeres. La caída del párpado superior por el paso del tiempo (aunque también por herencia), en ocasiones puede impedir la visión por el exceso de piel al mismo tiempo que disminuye el tamaño del ojo.

“Para eliminar el colgajo del párpado superior, primero se debe hacer un lifting y después subir el músculo cantal para así elevar el borde del párpado y abrir sutilmente el ojo. En este plano están el ligamento cantal y el tendón cantal, dos estructuras bien marcadas que deben diferenciarse”, explicaba en el AECEP Meeting 2022 el doctor italiano Mario Pelle.

“En las fibras interiores de la órbita tenemos un ligamento más grueso (ligamento cantal) y con la intervención quirúrgica se puede liberar para aportar más movimiento con una subida de aproximada de 3mm. Lo que se debe conseguir es que no haya tensión, si esto ocurriera, sería un fracaso y el párpado se retraería, advierte el doctor. “Por lo tanto hay que hacer la intervención intraorbitalmente (desde dentro hacia fuera). Hay que tener también mucho cuidado dónde se va a hacer la fijación cantal. para que la mirada quede natural”, prosigue Pelle.

¿Qué debemos saber sobre la cantopexia?

Mientras, la cantopexia es una técnica quirúrgica que logra tensar el párpado inferior. Está indicada en ojos con la mirada triste o cansada, ojos redondos o saltones y la persona que lo padece parece tener mayor edad que la real. Si la intervención se hace correctamente, tiene un efecto directo sobre la mirada y la estética facial en general proporcionando resultados muy sutiles pero muy favorecedores ya que se consigue tener un ojo más almendrado. Pero, la piel de esta zona es extremadamente fina y la intervención, aunque parece sencilla es compleja (mucho más que en el párpado superior) porque puede haber retracción o efecto “ojos achinados”.

“La cantopexia debe ser dinámica para poder elevar el párpado retraído. A los diez días de la intervención se quitan los puntos laterales”, explicó el doctor Pelle durante su intervención madrileña en el congreso AECEP.

¿Cómo es el proceso tras la intervención?

“Tras la intervención hay que tener un reposo relativo; es decir, no realizar esfuerzos ni agacharse los primeros días. Puede que la zona se hinche o que salga algún morado que va despareciendo progresivamente de forma espontánea. Se necesita hidratar el globo ocular con lágrimas artificiales y, dependiendo del tipo de cirugía, añadir algún colirio antibiótico-corticoide”, cuenta la doctora Concepción Lorca García, que añade que es recomendable usar gafas de sol las primeras semanas. “No es un postoperatorio doloroso. A la semana aproximadamente se retiran los puntos y a las 2-3 semanas se puede hacer vida prácticamente normal”, concluye.

Después de las fiestas, y al comenzar el año llenos de nuevos propósitos, es recomendable hacer un poco de limpieza como si de una puesta a punto se tratara. Así que vamos a adelantarnos e ir contándote qué puedes hacer cuando pasen las fiestas para recuperar cuerpo y mente.

Generalmente, el exceso de comida y las dietas, no lo suficientemente equilibradas, provocan la necesidad de eliminar las toxinas acumuladas y probablemente perder un poco de peso. Limpiar la piel en profundidad, si se ha utilizado demasiados maquillajes. Activar el organismo, de nuevo para empezar el año llenos de energía y con buenas dosis de ánimo.

Dieta detox

Para limpiar el organismo es esencial la ingestión de más cantidad de líquidos, sobre todo agua, así conseguiremos mejorar el drenaje y la eliminación de toxinas. Aconsejo para ello agua mineral, a ser posible con un PH de tendencia básico, el agua natural que se encuentra en el mundo tiene un PH básico entre 7 y 9.

Los toxinas en el organismo lo convierten ácido, lo que provoca muchas veces una mayor influencia de infecciones, sobre todo en lo que respecta a hongos e infecciones urinarias.

En una dieta detox, es importante contenga pocas grasas, sobre todo saturadas, así procurar por unos día eliminar la mayor parte de grasas de la dieta. Disminuir la cantidad de azúcares simples ayudará a su vez a que nuestro organismo estimule la combustión de grasas que se hayan podido depositar en exceso.

Algunos productos naturales pueden ayudarnos como puede ser el Milk thistle o cardo mariano, depurador hepático natural. Contiene silimarina, flavolignanos y otros flavonoides, que ayudan a proteger las células hepáticas y mejorar su funcionamiento.

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Las bayas de acai y de arándanos mejorarán el metabolismo de combustión de las grasas y protegerá el tracto urinario.

Epl lántago o el psyllum es una fibra que absorbe las toxinas y evita que se reabsorban por el organismo, mejora el transito intestinal.

El sen, que actúa como laxante, se suele incorporar en los tratamientos detox, ya que si aumentamos ligeramente la dósis es más purgante y así limpia el intestino.

También son útiles la bardana, el extracto de Jengibre o la cúrcuma. O productos específicos detox, como Natrol Weekend cleanse.

Tras estos días de excesos, será necesario aumentar la cantidad de frutas y verduras crudas que nos aportaran alto contenido de enzimas digestivas, lo que ayudará a digerir más fácilmente los alimentos y que nuestro sistema digestivo “descanse” del excesivo esfuerzo que haya podido realizar con los excesos de alimentos y de lentas digestiones.

Muy útil son las algas como la espirulina o la chlorella, con alto contenido en clorofila, estas actúan como depurativas naturales. El componente activo de la clorofila es la clorofilina, es la parte que da el color verde, también se encuentra en las verduras verdes y sobre todo en el perejil. Es muy activa sobre todo para eliminar las toxinas procedentes de benzopirenos, que son las del humo de los cigarrillos, los humos contaminantes y los alimentos cocinados a muy altas temperaturas.

Los cítricos también son muy útiles, sobre todo el zumo de limón, siempre que no se padezcan úlceras de estomago u otros problemas como el reflujo gástrico. El aumento de enzimas digestivas y pro-bióticos puede ayudar a aumentar el tránsito intestinal, al ayudar a mejorar la flora.

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Los enzimas digestivos son las lipasas, las amilasas, las fitasas, peptidasas, celulasas y proteasas. En los alimentos crudos, especialmente en los germinados, en la papaya y en la piña, hay un elevado contenido de éstas.

Los lactobacilos mejoran la flora bacteriana y es muy positiva en los procesos digestivos, ya que ayudan a reducir los gérmenes y toxinas de nuestro cuerpo, en fermentados como el yogur o el kéfir.

Algunas personas prefieren una limpieza hepática más drástica, como puede ser la que se hace con las “Sales de Hepson”, no es más que sulfato de magnesio tomado en varias dosis durante todo un día.

Otros productos beneficiosos en la limpieza hepática son:

1. Diente de león: La raíz de esta planta estimula la secreción de los órganos de la digestión favoreciendo las funciones hepáticas, renales y digestivas.
2. Boldo: Considerado como la planta tónica del hígado por excelencia. Las hojas de boldo ejercen una acción hepatoprotectora y su principio activo, la boldina, contribuye al buen funcionamiento de la vesícula biliar.
3. Alcachofa: Ayuda a estimular la salud hepática y contribuye al buen funcionamiento de la vesícula gracias a su principio activo, la cinarina, favorece la eliminación de líquidos e impurezas, es colerética y colagoga.

Para contrarrestar los efectos del exceso del alcohol, es aconsejable la acetilcisteina y el ácido lipoico, ya que estimula la producción de glutatión, oponente del acetaldehído, uno de los productos residuales del alcohol en el organismo y de los efectos nocivos del humo o del ambiente contaminado.

Sobre la piel

El cansancio, el exceso de maquillaje, el humo y hasta unas dietas menos equilibradas y con menos cantidad de frutas y verduras, provocarán una piel más apagada, por lo que necesitamos una limpieza en profundidad y un tratamiento de reactivación.

Si se ha consumido más alcohol de lo habitual, la piel se deshidrata y a su vez, provocará inflamación y algunas veces rojeces e irritaciones. Para disminuir la inflamación un truco es conservar las cremas en la nevera, al aplicarlas activará la circulación, provocando una vasoconstricción de la piel.

Los proteoglicanos mejoran la hidratación de la piel. Un peeling de limpieza con ácido glicólico como el tratamientos de Neostrata Citriate, un tratamiento completo con toallita preparadora, peeling con glicólico y crema posterior o el Rapid Peel de Skin Doctors, con ello limpiaremos en profundidad la piel.

Posteriormente una mascarilla que ayudará a calmar la piel y volverla a dar la luminosidad perdida, como puede ser Leorex o la rescue mask de Eve Lom.

Estos días aconsejo posteriormente usar cremas con vitamina C para volver a recuperar la vitalidad y luminosidad de la piel.

El pelo también ha sufrido un exceso de uso del secador y las planchas, lo que le provocaran rotura y sequedad de la piel, es ideal ponerse antes de lavarse el pelo a modo de mascarilla, aceite de Argan o de Monoi.

Activar el organismo

Después de las vacaciones de navidad, por el cansancio, por el retorno al trabajo, el retorno a los problemas cotidianos, algunas veces provocan una disminución de la energía y algo de bajada del estado de ánimo. Para mejorar el estado de ánimo al final de las vacaciones, recomiendo activarse con complejos vitamínicos ricos en vitamina B, jalea real, ginseng (aunque a algunas mujeres les pone algo nerviosas), guaraná y magnesio.

Para mejorar el ánimo, los precursores de la serotonina, como puede ser el aceite de San Juan o hipérico.

El triptófano también puede ayudar a mejorar el estado de ánimo, ya que actúa como precursor de la serotonina, aunque hay que advertir que algunas veces provoca ligeras jaquecas. El chocolate es un alimento con gran aporte de triptófano.

Las bayas rojas como el acai o el té verde mejoran la circulación sanguínea y mejoran, a su vez, tanto la energía como el ánimo.