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Etiqueta: lifting

‘Skinimalismo’: la nueva tendencia para cuidar la piel, que simplificará tu rutina de belleza

 

Esta vez queremos hablarte del skinimalismo, una de las tendencias para la piel que ha venido para quedarse este 2022 y que además de abogar por el ‘menos es más‘, te hará replantear por completo esa larga lista de productos que a menudo se incluyen en la rutina facial diaria o en las clásicas rutinas coreanas.

Un tipo de rutina para la piel indicada para librarnos de la pereza y asegurarnos el cuidado de la misma, incluso cuando el frenesí del día a día apenas deja tiempo para el cuidado personal. Precisamente para que, ni aun así, renuncies al cuidado de la piel y de tu rutina beauty, esta vez te proponemos unirte al skinimalismo.

En esta tendencia beauty solo hay cabida para pautas sencillas y pocos productos con los que cuidar la piel del rostro y así asegurarte una piel sana, radiante y joven. ¿Quieres saber más sobre el skinimalismo? Sigue leyendo.

¿Qué es realmente el skinimalismo y por qué se ha convertido en tendencia?

El skinimalismo es esa tendencia de cuidado de la piel en la que solo hay cabida para utilizar los productos básicos que la piel necesita para estar bien. Y no hablamos solo de usar dos o tres productos al azar, sino de asegurarnos elegir los productos justos y necesarios más adaptados a las necesidades de nuestra piel.

Esto quiere decir que, mientras aquellos cutis mejor cuidados puede que solo necesiten un buen limpiador facial y una crema hidratante; puede haber otras pieles más grasas, más secas o con mayor o menor tendencia al acné o más reactivas, que necesiten de algún que otro producto adaptado a sus necesidades.

Una nueva manera de reivindicar la sencillez en nuestra rutina beauty y no solo por tratarse de la mejor manera para cuidar aquellas pieles más reactivas, sino también por el menor impacto medioambiental que supone este tipo de rutina para el cuidado de la piel.

¿Cómo unirte al skinimalismo a través de la rutina facial diaria?

Una rutina de cuidado facial basada en el skinimalismo podría incluir una lista de productos tan básicos como: un limpiador facial, un tónico, una crema hidratante y un protector solar.

Un listado de productos de belleza muy básico, pero suficiente para conseguir lucir una piel sana y radiante; pero que también podrás modificar añadiendo o restando productos en función de las necesidades de tu piel.

Si aun así no sabes por dónde empezar, te recomendamos que comiences echando un vistazo a todos los productos de cuidado de la piel de los que dispones en casa y comiences por valorar uno por uno si realmente tu piel los necesita todos.

Prueba a seleccionar de entre todos ellos únicamente tres o cuatro productos esenciales durante al menos una semana y valora como responde tu piel durante esos días. Una vez hecho este paso, no tengas miedo a probar y experimentar modificándolos, añadiendo o restando productos hasta encontrar los que mejor funcionen para el cuidado de tu piel.

Cómo cuidar una cicatriz para que no se note

La cicatriz de cuando nos caímos de la bicicleta, la marca que aquel grano horrible nos dejó, los puntos de aquella operación, el costurón de la cesárea, la señal de la varicela… A lo largo de nuestra vida vamos acumulando marcas y cicatrices en nuestro cuerpo, algunas solo nosotros sabemos que están ahí, otras son más evidentes y pueden que nos resulten desagradables estéticamente hablando. A veces nos tiran y pican aunque haya pasado el tiempo. ¿Por qué se forman las cicatrices? ¿Por qué a veces cicatrizamos mal? ¿Cómo podemos cuidar la cicatriz de una herida, de una quemadura, de una intervención o del acné para que no nos dejen marca? ¿Se pueden eliminar las cicatrices? Estas son algunas de las preguntas que intentamos contestar en este artículo, si tú también piensas que las historias las tienes que contar tú y no tu piel, ¡sigue leyendo!

 

Qué es una cicatriz
El proceso de curación de heridas no es tan perfecto como cabría desear ya que, en lugar de regenerar completamente la piel, lo que ocurre es que se forma una cicatriz. Una cicatriz se define como una alteración permanente de la piel debido a un daño infligido a la misma. Las cicatrices son distintas de la piel circundante en cuanto a color, grosor, elasticidad, textura y grado de contracción. No tienen vello, ni células formadoras de pigmento ni glándulas sebáceas. Todos estos elementos hacen que estas marcas permanentes llamen la atención, puedan resultar antiestéticas e incluso deformantes, y tengan profundas repercusiones funcionales, cosméticas y psicosociales. Tras una intervención o un accidente o simplemente una caída, mucha gente se preocupa por la cicatriz que puede quedarle. Verse una cicatriz todos los días puede generar depresión o ansiedad y afectar a nuestra autoestima .

Cómo se forman las cicatrices
Durante el proceso de curación se suceden 4 etapas: hemostasia, inflamación, proliferación y remodelación tisular. Durante la etapa de proliferación se produce la angiogénesis o creación de la nueva red de vasos sanguíneos en la zona. Se produce también la generación de la nueva piel o re-epitelización y la formación de tejidos. En todos estos procesos intervienen numerosas sustancias.
Una cicatriz puede ser prácticamente imperceptible, es decir, de un color semejante a la piel que la rodea, plana, lineal y flexible o convertirse en una cicatriz patológica, roja, con relieve, rígidas y que pueden causar picor, dolor y contracturar la piel de alrededor. Que cicatricemos de una u otra manera se debe a un fallo en la etapa de proliferación, lo que genera una sobreproducción de tejido cicatricial y una acumulación desorganizada de colágeno, proteínas y factores inflamatorios y de crecimiento en la zona.

Existen dos tipos de cicatrices anómalas, las cicatrices hipertróficas y los queloides.

Las cicatrices hipertróficas aparecen a los pocos meses y disminuyen su tamaño al cabo de dos años. Suelen contracturar la piel adyacente limitando el movimiento, “nos tiran”. Además pueden doler, si se dañó algún componente del sistema nervioso, o pueden picar. Y ese picor resulta molesto ya que perdura años. Las cicatrices hipertróficas no se extienden más allá de los bordes de la herida original. Al cabo de dos años se observa una disminución de su tamaño. Son típicas de quemaduras y del acné .

Los queloides son protuberancias redondas, rosas o púrpura y brillantes que se extienden más allá de los bordes de la herida. Suelen aparecer en los hombros, los brazos y las orejas. Tardan años en formarse y son comunes en gente de piel oscura.

El mejor tratamiento para una cicatriz hipertrófica o un queloide es la prevención. Cuida bien tu herida y tu cicatriz durante los primeros seis meses y extrema las precauciones hasta los dos años.

Qué factores pueden favorecer una cicatrización antiestética
Si todo va bien durante la curación de la herida y cuidamos correctamente la cicatriz durante los primeros meses, lo normal será que cicatricemos correctamente. Sin embargo, si algo altera el proceso de curación, como una infección, el delicado equilibrio necesario para una correcta cicatrización se alterará, y se empezará a acumular tejido y proteínas de manera desorganizada generando una cicatriz hipertrófica o un queloide. Entre el 5 y el 15% de las heridas pueden desarrollar una cicatriz queloidea.
Además hay diversos factores que pueden condicionar el resultado de la cicatrización. En esos casos, deberíamos extremar los cuidados:

  • El tamaño y la localización. Obviamente, heridas grandes, en zonas visibles generarán cicatrices más llamativas.
  • Tenemos que tener especial cuidado con las heridas profundas pues son en las que se pueden desarrollar malas cicatrizaciones. Al dañar las capas profundas de la piel, la respuesta de nuestro organismo para curarse es más exagerada y se genera un estado de inflamación, durante el cual se acumulan colágeno y otras proteínas, lo que puede desembocar en una mala cicatrización y originar cicatrices hipertróficas y queloides
  • La edad de la persona, conforme envejecemos cicatrizamos peor.
  • La genética. Si hay casos de cicatrices antiestéticas en nuestra familia o nosotros mismos las tenemos, el riesgo de desarrollarlas es mayor.
  • Ser mujer. El sexo femenino predispone a la formación de queloides.
  • Padecer enfermedades que dificultan la curación de las heridas como la diabetes o el alcoholismo.
  • No llevar una dieta equilibrada. Una dieta rica y variada es fundamental para asegurar los aportes necesarios de vitaminas y minerales para la síntesis de colágeno.

Cómo cuidar la herida para una correcta cicatrización
Lava tu herida, desinféctala y extrema la higiene para evitar infecciones. Cuidar correctamente una herida o quemadura es fundamental para el proceso de cicatrización. Si la herida se infecta tendremos más riesgo de una cicatriz antiestética.
No expongas la herida al sol, si no te queda más remedio, cúbrela con un apósito estéril y transpirable.

Qué tratamientos existen para las cicatrices

Hay que cuidar la cicatriz desde el momento en el que la herida está cerrada o nos hayan quitado los puntos, para prevenir la formación de cicatrices hipertróficas o queloides. No hay que aplicar nada antes de que la herida se cierre pues podríamos infectarla.
Tenemos muchas opciones:

  • Apósitos especiales para cicatrices. Suelen contener polímeros de silicona se usan para reducir el tamaño de la cicatriz y mejorar la elasticidad de la piel. Previenen la formación de cicatrices hipertróficas. Resultan muy útiles en cicatrices de quemaduras y en niños. También mejoran el picor. Incorporan un fotoprotector físico FPS 50. Existen distintos tamaños y pueden recortarse. Su uso continuado puede irritar la zona.
  • Vendajes compresivos. Este tipo de tratamiento se lleva utilizando durante años, con resultados efectivos, en centros de quemados. Con ellos se logra aplanar y ablandar la cicatriz en un 65-75% de los casos . El tratamiento debe aplicarse durante el día y durante la noche, como mínimo 18 h al día, durante un mínimo de 3 meses, lo que puede resultar difícil de cumplir. El vendaje lo ha de realizar un profesional.
  • Gel de silicona. Acelera la cicatrización, con bastante éxito. Aplana y mejora la elasticidad de la cicatriz en un 60% de los casos aproximadamente. Mantiene la cicatriz hidratada. Debe aplicarse dos veces al día durante un mínimo de 3 meses. Puede irritar la zona .
  • Aceite de rosa de mosqueta. La aplicación de aceite de rosa mosqueta puro de forma continuada en cicatrices posquirúrgicas consigue una excelentes resultados y contribuye a la regeneración de los tejidos. Existen productos que incorporan sustancias antiinflamatorias e inhibidores de ciertas moléculas que están presentes en exceso en las cicatrizaciones anómalas mejorando considerablemente los resultados.
  • Cremas y pomadas cicatrizantes. Principalmente son utilizados para mejorar el aspecto de las lesiones posquirúrgicas. Suelen contener sustancias cicatrizantes como vitaminas A y E, la centella asiática, el zinc o la rosa de mosqueta. En general, se deben aplicar de dos a tres veces al día, haciendo masajes locales, durante un mínimo de 2 meses. 3. Son ideales aquellas que incorporan un factor de protección elevado. En el caso de que tu cicatriz se encuentre en una mucosa, en un pliegue o tengas la piel grasa, puedes optar por una textura tipo gel. El gel también es muy útil en caso de cicatrices del acné y no da nada de grasa.
  • En adultos, en casos graves de cicatrices complejas, resistentes a tratamientos y muy persistentes se puede recurrir a tratamientos médicos como la cirugía plástica, el láser, la crioterapia, las infiltraciones de corticoides o incluso a la radioterapia.

Nuestra recomendación
La combinación de varios tratamientos es la mejor solución para optimizar los resultados 7. Nuestra recomendación es utilizar durante los 3 primeros meses un apósito para el cuidado de cicatrices con factor de protección alto durante el día, retirarlo con cuidado por la noche y lavar la zona con suero. A continuación masajear con un aceite de rosa de mosqueta enriquecido con sustancias antiinflamatorias para reducir el acúmulo desordenado de tejido en la cicatriz 9Al cabo de los 3 primeros meses si nuestra cicatriz no presenta realce, podremos utilizar una crema para cicatrices con factor de protección alto por el día y un aceite puro de rosa mosqueta por la noche. Si presentara realce, deberíamos optar por el gel de silicona dos veces al día para evitar la formación de una cicatriz hipertrófica.
Además hay que mantener la zona hidratada y protegida del sol durante los dos primeros años, mínimo.

Recuerda que en el cuidado de una cicatriz hay tres palabras clave: Higiene, rápidez y perseverancia. Actúa desde el principio y se constante y obtendrás muy buenos resultados.

5 consejos para cuidar tu cicatriz

  1. Evita que te dé el sol en la cicatriz, pues empeorará su aspecto y se oscurecerá. Cúbrela con apósitos cicatrizantes con alta protección solar durante los primeros 6 meses y recuerda utilizar a diario un protector solar no graso hasta los dos años, renovando cada dos horas en verano.
  2. Evita el contacto continuo de la cicatriz con el agua, ya que ésta reblandece la lesión y empeora el proceso de cicatrización.
  3. Evita las actividades que estiren o puedan ensanchar la nueva cicatriz; cuida los movimientos de la zona afectada.
  4. Masajea la cicatriz puede resultar útil, sobre todo en las cicatrices de intervenciones quirúrgicas. Una vez que la cicatriz está completamente cerrada puedes masajearla todas las noches aplicando tu aceite regenerador. Así aumentarás la absorción del producto, mejorarás la flexibilidad de la piel y evitaremos el acúmulo desordenado de fibras responsables de las cicatrices antiestéticas. Para realizar el masaje, utiliza tus dos pulgares intentando hacer un corazón. En el caso de quemaduras o de grandes queloides acudir a un fisioterapeuta te será de gran ayuda .
  5. Mantén la piel circundante hidratada. Cuando la piel de una cicatriz está deshidratada, se estira en exceso y dificulta el proceso de regeneración. Utiliza cremas hidratantes y emolientes libres de sustancias irritantes, reducirás el picor y el dolor.

 

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Sí, tu piel también sufre las consecuencias de tomar un exceso de azúcar

 

Este alimento tiene efectos proinflamatorios en el organismo, por tanto, cualquier enfermedad de este tipo, incluidas las de la piel, como la psoriasis o el acné, pueden empeorar si lo consumimos en exceso.

Hace ya tiempo que conocemos los efectos poco saludables de un consumo excesivo de azúcar en nuestra salud. No es extraño que los profesionales de salud alerten sobre la importancia de limitar su ingesta. “El azúcar tiene efectos pro-inflamatorios en el organismo, por tanto, cualquier enfermedad de este tipo (acné, psoriasis…) puede empeorar con un consumo de azúcar elevado”, nos comienza explicando el doctor Ramírez Bellver, dermatólogo de la Clínica Dermatológica Internacional. “De hecho, para evitar los picos de glucemia que se producen con determinados hidratos de carbono de absorción rápida (pasta, arroz, pan…) en pacientes con acné se recomienda tomar estos alimentos integrales. En cuanto a las arrugas, el papel es más controvertido y difícil de demostrar, pero sí que parece que la glicación de proteínas puede acelerar el proceso de envejecimiento”, detalla el especialista.

¿Qué le ocurre a la piel cuando tomamos azúcar?

Cuando tomamos un exceso de azúcar o alimentos con alto índice glucémico, es decir que elevan mucho la glucosa en sangre, se producen dos efectos, tal y como nos detalla la doctora Gema Pérez Sevilla, experta en medicina y cirugía estética, y en antienvejecimiento y longevidad:

  • Por un lado, el aumento de glucosa hace que esta se pueda unir a proteínas como el colágeno o la elastina, produciéndose un fenómeno llamado glicación o glicosilación que provoca la aparición de AGEs (Advanced Glycation End Products) que provocan inflamación, oxidación y deterioro a nivel celular. Cuando el colágeno se glicosila, su estructura se altera y la piel se muestra menos elástica y turgente apareciendo la flacidez y las arrugas. Estos AGES, además, tienen la capacidad de desactivar los antioxidantes naturales de la piel haciéndola más sensible a todo tipo de daño.
  • Por otro lado, hay un aumento de la insulina y del factor de crecimiento similar a la insulina que favorece la producción de sebo y el aumento de hormonas andrógenas que facilita la obstrucción de los poros y el empeoramiento de la rosácea o el acné.

¿Lo descartamos de la dieta?

La doctora Pérez Sevilla aboga por un consumo moderado. “Se puede tomar azúcar, pero con moderación, ya que parte de la glicosilación que se produce puede ser compensada por el organismo. El problema reside en la cantidad de dulce que se tome, que si es elevada, sobrepasa estos mecanismos de compensación y entonces empieza a ser perjudicial. También influye el tipo de dulce, los que elevan mucho el nivel de glucosa en sangre son más perjudiciales, como los azúcares refinados”, detalla. Y es que lo que diferencia a los azúcares procesados es que, al estar compuestos por glucosa y fructosa, cantidades muy pequeñas pueden ocasionar grandes glicaciones de las proteínas de la piel y por tanto mayor daño. Mientras, podemos decir que los azúcares naturales de los alimentos, como la lactosa de la leche o la fructosa de la fruta, son, comparativamente, menos malos porque suelen aportar agua, fibra (que hace más lenta la absorción de la glucosa), minerales y vitaminas o antioxidantes que, por sí mismos, compensan la glicación y protegen la piel.

¿Qué tratamientos nos pueden ayudar a combatir  los daños del azúcar en la piel?

La doctora Pérez Sevilla explica que, cuando el daño ya está presente en nuestro cutis, se puede recurrir a los siguientes tratamientos para tratar de mitigar las señales:

  • Mesoterapia de vitaminas, aminoácidos y de estimulantes del colágeno, que ayudan a compensar el daño de la glicación.
  • Láser de CO2. que regenera la piel eliminando las capas lesionadas y estimulando la producción de colágeno y elastina.
  • Laser Neodimio Yag para favorecer la producción de estas proteínas.

Mientras, se pueden utilizar en casa cremas con vitamina C, ácido glicólico y retinol. Y la doctora explica que, además se puede compensar la toma de azúcar con alimentos ricos en vitamina B1 (huevos, carne, guisantes, nueces) y en B6 (salmón, hígado, pollo, avellana, nuez) porque inhiben la glicación, y en vitamina C (cítricos, kiwi, pimientos, brócoli, fresas), porque son antioxidantes.

Así se transforma tu cuerpo cuando te haces una liposucción

¿Se va la grasa para siempre? ¿Me va a quitar la celulitis? Realmente, ¿para qué sirve la liposucción y cómo cambia el cuerpo? Resolvemos todas tus dudas.

Una liposucción es una técnica por la cual se eliminan los depósitos donde se acumulan grasa. No es la técnica dirigida para la celulitis, pero tras una liposucción, sí notarás que se ve menos. Se debe realizar por especialistas y bajo unas óptimas condiciones de seguridad, ya que es necesario un quirófano, médico y anestesista. Tras la liposucción, tu cuerpo se habrá transformado. Pero ¿cómo? Y, sobre todo, ¿va a ser algo definitivo?

¿Cambia la liposucción metabólicamente el cuerpo?

Moisés Martín Anaya, cirujano plástico, estético y reparador, nos aclara que «no es que el metabolismo del cuerpo cambie, lo que se modifica tras la liposucción es la manera que tendremos de acumular la grasa«.

Nos explica que el adipocito es la única célula capacitada para guardar la grasa y está distribuida de una manera especial. «En la liposucción eliminas el acúmulo graso, por ejemplo, del abdomen. Si antes de la operación acumulabas el 60% de los adipocitos en el abdomen, ahora con la extracción, la proporción se queda, siguiendo el ejemplo, en un 20%. Con lo cual vas a repartir el peso que cojas de manera más homogénea en piernas, abdomen, tobillos, brazos, etc.».

También aclara que la liposucción no elimina la celulitis. «La liposucción extrae grasa acumulada y trabaja con cánulas en el tejido celular subcutáneo». Por su parte, la celulitis es un problema de la piel, es decir, existe un problema en la forma en la que se alimentan las células que se encuentran en ella. «La liposucción, por tanto, no elimina la celulitis, pero sí ayuda a que se note menos», matiza el experto que nos pone un ejemplo para que comprendamos bien cómo cambia el cuerpo con la liposucción:

En un vientre abultado, la piel está estirada y se notan más las imperfecciones. Al quitar la grasa, se deshincha, y ya no se perciben tanto. Esto se entiende bien si asemejamos el efecto al de un globo de color. Si está inflado al máximo se pueden percibir sus distintas tonalidades, si está a la mitad, el color parece homogéneo.

Las transformaciones corporales tras la liposucción

El gran éxito de esta técnica es que tu cuerpo, físicamente, realmente cambia. Y con ella logras recuperar la figura que añoras. «Tras someterse a una liposucción, la cintura femenina volverá a ser curva, el vientre plano y, si aplicamos las cánulas que extraen la grasa en las piernas, estas recuperarán su forma torneada.  Más abajo, los tobillos pueden afinarse y hasta puede decirse adiós a esa parte de mayor volumen en rodillas y antebrazos».

Martín Anaya sí recuerda que se deben seguir unos cuidados para que estos cambios se mantengan. Hábitos que no son otros que cuidar la alimentación y hacer deporte.

¿Me van a quedar marcas?

No. La liposucción no dejará cicatrices. Quedan unos ‘agujeritos’ minúsculos debido a la inserción de las cánulas para extraer la grasa, pero desaparecerán y no quedará ninguna huella.

Aparecen, sin embargo, unas bolsitas de colágeno que se pueden tratar mediante un drenaje linfático. Además, este procedimiento ayuda a eliminar líquidos y a que la piel y los tejidos recuperen su textura.

Otra duda que tienen muchas personas que deciden realizarse una liposucción es si podrán lucir cuerpazo tras esta. La respuesta es que sí, pero con matices. «Pasados noventa días debería comenzar a notarse que hemos perdido el antipático depósito graso, pero hasta el año no podremos lucir tipo en la playa con un resultado definitivo. Todo siempre matizado según cada paciente», indica el cirujano plástico.

Transforma tu cuerpo pero también tu mente

Otro de los aspectos que se pueden resaltar de esta técnica que, siempre que se haga por médicos y anestesistas y en quirófanos aptos para este tipo de intervenciones, con equipamiento para resolver cualquier contratiempo, es que no solo cambia tu cuerpo, también tiene efectos psicológicos.

Tal como afirma el Dr. Moisés Martín Anaya, «se puede decir que es una cirugía de motivación y que logra, por fin, que las personas que no conseguían, de ninguna de las maneras, perder la grasa, se vean bien para empezar a cuidarse, para alimentarse mejor y ponerse al día con el deporte».

Por último, hay que recordar que se trata de una cirugía que requiere un postoperatorio. También que no está indicado en casos de obesidad o sobrepeso. «Estos pacientes requieren de otro tratamiento con especialistas endocrinos /o nutricionistas, para la consecución de un peso saludable», concluye Moisés Martín Anaya, cirujano plástico, estético y reparador.

Cirugía estética vs. medicina estética: ¿hay alternativa real al bisturí?

 

¿Hasta qué punto podemos evitar la cirugía estética para cambiar lo que no nos gusta de nuestro cuerpo?

Cirugía estéticacirugía plástica y medicina estética son conceptos que a menudo se entremezclan en un batiburrillo que relacionamos con la mejora de la apariencia física, pero sin conocer realmente las implicaciones que conlleva cada uno. Por eso, a menudo muchos se pierden a la hora de encontrar al especialista más adecuado para sus necesidades.

¿Un médico especialista en estética puede arreglar una nariz u operar unos pechos? ¿Qué tipo de título debe poseer el profesional para realizar una liposucción?

Para arrojar un poco de luz entre tanta confusión, respondemos a estas y otras cuestiones con la ayuda de las doctoras Maritina Martínez Lara y Nélida Grande, cirujanas plásticas miembros de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE).

Cirugía estética vs. medicina estética

En primer lugar, cabe señalar las diferencias entre conceptos que se suelen confundir dentro del ámbito de la estética. Así, la cirugía estética es una rama de la cirugía plástica que se aplica normalmente en pacientes sanos que desean cambiar su aspecto físico en busca de una mayor armonía facial o corporal, así como de revertir determinados signos de envejecimiento.

La otra rama de la cirugía plástica sería la reparadora, que está orientada a mejorar el aspecto físico y la función de personas con anomalías congénitas o que son consecuencia de enfermedades o accidentes.

Ahora bien, si la cirugía plástica abarca estos dos ámbitos (la estética y la reparación), ¿dónde queda ubicada la cada vez más popular medicina estética? Lo cierto es que son dos términos que se diferencian en un punto fundamental: la intervención quirúrgica. Y es que mientras la medicina estética trata de corregir alteraciones del aspecto de una persona con procedimientos mínimamente invasivos, la cirugía estética (dentro de la plástica) implica una intervención quirúrgica que solo puede ser ejecutada por un cirujano.

Un único título oficial

Es España, «la cirugía estética solo está incluida en un título oficial de Médico Especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, que se obtiene tras la Licenciatura en Medicina, superar el examen MIR y completar los cinco años de residencia en uno de los servicios de Cirugía Plástica de los hospitales públicos españoles», recalcaban desde la SECPRE en un comunicado reciente.

Así, cabe señalar que un médico especialista en estética, que se ha especializado mediante cursos de posgrado y máster, no está habilitado para realizar intervenciones quirúrgicas, si bien su titulación le permite aplicar otros tratamientos no quirúrgicos: bótox, rellenos de ácido hialurónico, láser, fotodepilación, etc.

Por tanto, a la hora de someternos a un procedimiento de cirugía estética (aumento de mamas, liposucción, rinoplastia, «lifting», etc.) debemos ponernos en manos de un cirujano plástico, que es quien está debidamente cualificado para llevarla a cabo. Incluso cuando hablamos de una cirugía menor y no muy invasiva (cada vez más frecuentes) la ha de llevar a cabo un cirujano especializado.

Medicina estética: ¿una alternativa real a la cirugía?

El auge de los tratamientos no invasivos como alternativas a ciertas cirugías estéticas muy populares y demandadas puede generar ciertas dudas entre los potenciales pacientes, lo que nos ha llevado a preguntarnos si realmente sus resultados son equiparables. Hablamos de acciones que requieren el uso de técnicas y tecnologías no invasivas (que no implican cirugía) como inyecciones, láser, radiofrecuencia, luz pulsada, etc.

«Las cirugías y las alternativas estéticas no son comparables en cuanto a resultados, por así decirlo», explican las cirujanas plásticas Maritina Martínez Lara y Nélida Grande. «El resultado que podemos conseguir con una cirugía no lo consigue ningún tratamiento estético y es para siempre», aseguran, si bien indican que «no son incompatibles, si no que las dos técnicas pueden mejorar mucho al paciente».

Así, las especialistas nos ponen algunos ejemplos populares, en los que podemos apreciar las diferencias entre someterse a una cirugía estética o su tratamiento «alternativo» de medicina estética.

«La remodelación con ácido hialurónico solo puede actuar en la forma, discretamente, y en determinadas narices, pero no en el tamaño ni la función», afirman las especialistas. En cambio, la rinoplastia (cirugía) puede actuar en la forma, en la función y en el tamaño de la nariz.

Así la rinomodelación estaría más dirigida a mejorar discretas gibas o puntas algo caídas. «Debe hacerse con un médico muy experimentado, pues no está exenta de riesgos», explican las cirujanas de la SECPRE, que aseguran que este tipo de procedimientos implican descartar una rinoplastia en el futuro, pues «según qué área y qué material se infiltre, puede comprometer el trabajo en una cirugía». No es, por tanto, una auténtica alternativa, sino que solo permite corregir algunos detalles de forma temporal.

Puesto que se trata de intervenciones muy diferentes los postoperatorios difieren también bastante: mientras los rellenos en 24 horas están casi bien, la cirugía tiene un proceso, con una baja de una semana, y hasta un año para estar completamente recuperado.

«Lifting» vs. tratamientos estéticos

Hablamos de posibles alternativas a los «lifting» faciales, como pueden ser tratamientos de medicina estética tipo hilos tensores, redensificación, infiltraciones de “fillers” tipo ácido hialurónico, toxina botulínica, radiofrecuencia… Para las doctoras Martínez Lara y Grande «nada va a sustituir ni conseguir el resultado de un “lifting”.

«La cirugía, además de obtener un resultado muy superior y garantizar un mayor control de los tejidos a tratar, obtiene también unos resultados mucho más duraderos en el tiempo, como de 10-15 años», explican. «En cambio, las técnicas de tratamientos se tienen que ir repitiendo cada uno o dos años o cada 6 meses, hasta que el paciente vea que ya no se puede recolocar más el tejido que cae, si no es operando», señalan.

Técnicas complementarias

«Es cierto que el desarrollo de todas estas técnicas logran mantener el contorno y el volumen facial bastante tiempo, de forma que no solo se ha retrasado la edad para hacerse un “lifting”, sino que se ha reducido la demanda de esta cirugía. Es cierto también que muchos pacientes nunca se harían una cirugía tipo “lifting” y prefieren las mejoras, aunque sean diferentes y menores, que les ofrece la medicina estética», aclaran estas cirujanas plásticas.

A nivel de contorno facial, Martínez Lara y Grande indican que también pueden ser técnicas complementarias, porque ayudan a mejorar la piel y permiten un mejor resultado del «lifting», o incluso ayudan a mantenerlo más tiempo. «En la práctica, la mayoría de pacientes que solicitan un “lifting” ya se han venido realizando tratamientos, y buscan el resultado que estos no le dan o han dejado de darles», reconocen.

Remodelación vs. tratamientos corporales

A nivel corporal, también podemos buscar esa mejora a través de diferentes tratamientos menos invasivos mediante diferentes técnicas y aparatología: masajes, mesoterapia para mejorar el aspecto de la piel cuando hay celulitis y algo de volumen, etc.

«También son tratamientos complementarios, claro está, pero si queremos disminuir volumen de forma definitiva o en un porcentaje importante, o mejorar la forma, se requiere una liposucción o una lipectomía o braquioplastia o estiramiento de la pierna, es decir, una cirugía», advierte las especialistas.

«Ningún tratamiento no quirúrgico logra lo que una liposucción o una dermolipectomía. Siempre son resultados más sutiles y transitorios, debiendo realizárselos de forma periódica o con sesiones de mantenimiento», aseguran. «Es más definitiva la cirugía, pero igualmente, si queremos que todo permanezca en el tiempo, los tratamientos ayudan sobre todo a nivel corporal», indican.

En estos casos la cirugía puede requerir un postoperatorio de hasta 3-4 semanas en caso de abdominoplastias, «lifting» de muslos, etc. Además, las cirujanas de la SECPRE señalan que «si hay mucho exceso de piel o mucha flacidez, la cirugía aparece como imprescindible».

Frontoplastia, la cirugía estética más buscada en Internet

 

La cirugía estética está a la orden del día. Cada vez son más los métodos a los que recurrir para modificar todo aquello que no nos gusta de nuestro físico a golpe de bisturí. En esta última ocasión se ha dado a conocer la frontoplastia, que ya se ha convertido en la intervención quirúrgica más buscada de Internet.

Cada vez son más las personas que se interesan el término “frontoplastia” en la red, llegando a incrementarse su búsqueda hasta en un 180% en los últimos cinco años. Miles de personas de todos los rincones del planeta quieren saber en qué consiste esta misteriosa cirugía de la que antes apenas se escuchaba hablar y actualmente se ha dado a conocer por medio de las redes sociales de varios profesionales. De hecho, Estados Unidos se ha coronado como el enclave en el que más se está realizando esta intervención. Por otra parte, en España son pocos los cirujanos plásticos que la practican, pero el doctor Eloy Condiño es uno de ellos. El experto ha explicado desde Sensabell Plastic Surgery que la frontoplastia no es ni más ni menos que la “reducción de la frente con el objetivo de lograr una mayor armonía en el conjunto facial”. Además, este sería un método femenino en un 99% femenino, ya que tan solo se realiza en mujeres con adecuada densidad capilar, en las que “una frente grande provoca una falta de armonía en el conjunto facial”.

¿Qué es una frente grande?

Aunque el término sobre “frente grande” varía mucho dependiendo del criterio de cada persona, los cánones estéticos lo definen como “el espacio comprendido entre las cejas y la línea de implantación del pelo que supera los seis centímetros”. Este tamaño provocaría la alteración de la armonía facial y en consecuencia, una disconformidad de la paciente con su aspecto.

Por si fuera poco, Condiño ha agregado que puede ocurrir que la implantación del pelo sea angulada o rectangular, unas formas que dan un aspecto masculino a la cara y a la frente. Evitando esto, varias mujeres han decidido tirar de bisturí y hacer frente a una operación de una hora y media de duración, con anestesia general y que no requiere ingreso hospitalario. Simplemente consiste en realizar una corrección de un centímetro en la frente al avanzar la línea capilar.

Proceso de la frontoplastia

Algunas pacientes pueden sentir cierto miedo a que el proceso postoperatorio resulte largo o pueda complicarse. Lo cierto es que la cicatriz al cabo de unos meses termina siendo imperceptible, camuflándose justo detrás del pelo: “Esto se consigue realizando una incisión, que se conoce con el nombre de incisión tricofítica y que se hace a través del pelo y que luego el pelo va a crecer a través de la cicatriz y va a quedar muy bien camuflada”, explicaba el cirujano.

No todas las mujeres podrían someterse a esta operación. Aunque las suturas se retiran a los diez días de la intervención, el doctor avisa de que no se puede retomar la actividad física hasta los tres meses, estando desaconsejado realizarse tratamientos capilares hasta esa fecha que puedan alterar el resultado de la cirugía. Las fumadoras son quienes lo tienen más difícil a la hora de realizarse una frontoplastia, ya que cuentan con un riesgo más alto del normal de alopecia que podría afectar a la cicatriz y a la perfusión del pelo.

El verano triplica las cirugías estéticas y estas son las más solicitadas

Con motivo de la pandemia y el confinamiento, este año la cirugía estética se han trasladado en el calendario. El Dr. Carlos Gullón, cirujano plástico de Clínica FEMM señala que el equipo médico de la clínica ha visto triplicar el número de cirugías realizadas o agendadas entre julio y septiembre. Contar con el periodo de vacaciones ofrece la ventaja de disfrutar de una recuperación tranquila. Evidentemente, dependiendo de la cirugía, el posoperatorio es más o menos lenta y el resultado final llega antes o después. Pero existen algunas operaciones que son sencillas, ambulatorias, se realizan bajo anestesia local y proporcionan resultados rápidos y naturales. “Además, al contar con quirófano en nuestra propia clínica, los pacientes ni si quiera tienen que acudir al hospital, algo que valoran de manera muy positiva dada la actual situación de pandemia” añade el Dr. Gullón.

 

Rejuvenecer el rostro con cirugía sencilla y de corta duración

Algunas de las cirugías ambulatorias que rejuvenecen el rostro y cuya recuperación es muy rápida son la blefaroplastia, la otoplastia, la definición del óvalo facial con FaceTite y el lipofilling. Estos procedimientos solo requieren anestesia local y, a veces,
sedación. Con la blefaroplastia quirúrgica se elimina la piel sobrante del párpado y se pueden extirpar las bolsas de grasa acumuladas en el párpado inferior y superior. (En el superior también hay bolsas). Una semana después de la cirugía, el paciente puede volver a su vida normal e incluso realizar deportes que no conlleven impacto. El resultado final es muy duradero y se ve pasado un mes de la intervención: una mirada más abierta, un aspecto descansado y más joven. En cuanto a la otoplastia o cirugía de las orejas, aunque suele ser más demandada por los hombres, también es una de las pocas intervenciones que se realizan con más frecuencia en menores de edad, en casos en que es necesario mejorar el bienestar del niño o adolescente que puede estar sufriendo burlas por el tamaño o forma de sus orejas. La otoplastia se realiza en menos de una hora y dura toda la vida. Para definir el óvalo facial se remodela la zona de mandíbula y papada. “Para eso utilizamos la tecnología de radiofrecuencia fraccionada intradérmica FaceTite” indica el Dr. Gullón. “Con su microcánula y los electrodos que incorpora, extraemos la grasa y reactivamos la producción de colágeno y elastina de cada célula, logrando que la piel se tense nuevamente”. El resultado es un efecto lifting sin la complejidad de esta cirugía. Los resultados son visibles de manera casi inmediata y se mantienen durante años.

Finalmente, con el lipofilling facial hacemos lo contrario: ponemos grasa en lugar de quitarla. La introducimos en las zonas que el paciente desea mejorar, por ejemplo, pómulos, surco nasogeniano, labios, ojeras… Al ser grasa del propio paciente, no genera rechazo y el resultado es excelente, un rejuvenecimiento completo del rostro desde la naturalidad y la armonía.

Cirugías corporales ambulatorias: pequeños cambios que marcan una gran diferencia

Entre las cirugías corporales que mejores resultados proporcionan al bienestar del paciente y que se pueden realizar de manera sencilla y ambulatoria destacan laremodelación corporal con BodyTite, la ginecomastia y la eliminación de lesiones cutáneas benignas. “Todas ellas también las realizamos en nuestro quirófano, con las ventajas frente a un hospital: comodidad, cercanía, intimidad…” añade el Dr. Gullón. BodyTite utiliza la misma tecnología de radiofrecuencia fraccionada intradérmica que FaceTite, el principal cambio es que se emplean manípulos de diferentes tamaños para tratar la grasa localizada del cuerpo, aunque en todos los casos son microcánulas, por lo que es una cirugía mínimamente invasiva. Se pueden remodelar flancos, brazos, rodillas, muslos, abdomen, surco bajo el glúteo… es decir, todas aquellas zonas en las que haya grasa localizada y flacidez. En el caso de la ginecomastia, es una de las 3 intervenciones más demandadas por los hombres y proporciona grandes resultados a la hora de definir el torso masculino. El doctor señala que “aunque pudiera vincularse ginecomastia a exceso de peso, tenemos muchos pacientes en FEMM que se cuidan, hacen deporte, pero presentan un exceso de mama que no desaparece a pesar de llevar una vida sana. Los casos leves, donde la
grasa o glándula que extraer es escasa, los resolvemos en nuestro quirófano en una intervención de 1-2 horas”.

Finalmente, las intervenciones para eliminar lesiones cutáneas benignas proporcionan un gran bienestar. Al quitar esos lunares, quistes sebáceos, lipomas, nevus, basocelulares… la piel recupera tersura y los pacientes, su confianza a la hora de llevar la ropa que más le gusta o ponerse un traje de baño. Estas cirugías son muy sencillas y rápidas, y el resultado es definitivo.

Qué es una lipoescultura: diferencias con la liposucción y riesgos de la intervención quirúrgica

 

La lipoescultura es un tipo de cirugía estética que se centran en el contorno del cuerpo con el objetivo de corregir aquellas zonas corporales concretas en las que se acumula la grasa, la cual suele ser resistente incluso a las dietas alimentarias.

Aunque se confunde en muchas ocasiones con la famosa liposucción y los dos términos se usan indistintamente, hay algunas diferencias entre ellas, además de que esta intervención quirúrgica, al igual que todas, posee algunos riesgos que se deben conocer.

¿Qué es la lipoescultura?

La lipoescultura consiste en hacer una intervención quirúrgica para remodelar el cuerpo, extrayendo la grasa de ciertas zonas donde pueda estar localizada. Esta operación puede durar entre una y tres horas, aunque depende de la cantidad y y la zona.

Tal y como indican desde Quirón Salud, los pasos de la lipoescultura pasan por: 

  1. Realizar una pequeña incisión para introducir una cánula de liposucción. El otro extremo de la cánula se une a una máquina que produce vacío o a una jeringa especial.
  2. El cirujano mueve la cánula entre los depósitos grasos, disolviéndola y succionándola.
  3. A veces se realizan incisiones adicionales en zonas poco visibles para eliminar todos los depósitos de grasa.

Diferencias entre liposucción y lipoescultura

En primer lugar hay que saber que toda aquella intervención que consista en disolver la grasa localizada en alguna parte del cuerpo y se extraiga a través de una cánula por un efecto de succión debe ser llamada liposucción.

Teniendo esto en cuenta, basta con explicar que la lipoescultura tiene un matiz respecto a la liposucción: el de remodelar el cuerpo. Así lo explican desde Sanitas, donde recogen que es por eso que el término contiene la palabra ‘escultura’. 

Esto no quiere decir que se trata de eliminar la grasa de las zonas donde sobra, algo que puede ser así en algunos casos, mientras que en otros se puede usar la grasa sobrante para ponerla en otros lugares y darle al cuerpo una determinada forma.

Riesgos de la lipoescultura

Los resultados de la lipoescultura son inmediatos, aunque la recuperación es gradual. Así, se debe comenzar a estar activo lo antes posible, ya que cuanta más actividad hay, mayor y más rápida es la recuperación.

Concretamente, se debe saber que tras esta operación el cuerpo se nota más pesado, mientras que las áreas afectadas estarán inflamadas y tendrán hematomas.

Además de esto, la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos recoge una serie de riesgos que conviene conocer respecto a las liposucciones: 

  • Figura desigual, piel ondulada o flácida
  • Daño a la piel o nervios
  • Pigmentación irregular
  • Infección
  • Coágulos de grasa o de sangre
  • Pérdida excesiva o acumulación de líquidos
  • Mala cicatrización
  • Complicaciones con la anestesia
  • Decoloración o hinchazón de la piel
  • Dolor que puede persistir y cambios en la sensibilidad de la piel
  • Daños a estructuras internas tales como nervios, vasos sanguíneos, músculos, pulmones y órganos abdominales
  • Trombosis venosa profunda, complicaciones cardíacas y pulmonares

Hay ocasiones en las que se pierde una cantidad muy grande de peso y, además, en muy poco tiempo. “Esta es una situación cada vez más frecuente, pues por un lado nos encontramos con muy malos hábitos alimentarios ya desde la infancia en tantísimos casos, unidos a un cambio en las actividades del ocio cada vez más sedentario incluso en niños, tanta comida preparada, el no comer en casa… que conducen a que un porcentaje bien alto de la población, también en niños y adolescentes, muestren sobrepeso (recordemos, es sobrepeso a partir de un 25 de IMC, y obesidad por encima de un 30 de IMC). Y, por otro lado, los cánones de belleza y la sobreexposición en redes sociales preconizan estar muy delgados, denostando cualquier sobrepeso aunque sea mínimo. Lo del sobrepeso es ya un problema sanitario de primer orden. Esto hace que tanta gente, desde muy joven, emprenda dietas a veces mal llevadas (otras veces sí que cambian bien los hábitos) y se ponga a hacer mucho deporte para perder peso, y no es raro que chicos o chicas en la veintena nos refieran que han perdido mucho peso, diez, veinte, incluso muchos más kilos. Y a veces en varias ocasiones”, nos comenta la Dra. Maritina Martínez Lara, cirujano plástico y Vocal de Ética e Intrusión de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).

Pero es que desde la SECPRE añaden que también han aumentado mucho las cirugías bariátricas, cada vez menos invasivas por el recurso a la laparoscopia que ha reducido enormemente la morbilidad de estas cirugías, y que varían desde las sencillas como el balón intragástrico, a las plicaturas o bandas gástricas, y ya hasta los bypass que tienen mayor complejidad (y eficacia si hay franca obesidad). Esto hace que cada vez haya más pacientes que han perdido peso de forma masiva, y no les queda entonces otra que reducir esos tejidos con cirugía plástica.

Flacidez y pérdida de elasticidad

Y es que con esas grandes pérdidas de peso, podemos encontrarnos con ‘daños colaterales’, como puede ser la aparición de problemas de flacidez en la piel, tal y como apuntan desde Clínica Opción Médica. En algunos casos, mediante la práctica de ejercicio constante se puede llegar a conseguir tensar la piel con el paso de los meses e incluso años. Sin embargo, como decíamos, en otros muchos casos la única solución es la cirugía estética, ya que se presenta como la forma más rápida y eficaz para eliminar el tejido sobrante que se acumula después de una gran pérdida de peso.

“Las pérdidas de peso dejan huella, de hecho, incluso pérdidas de 4-5 kilos si son repetidas o si tienen mala piel pueden dejar huella. Y pérdidas por encima de los veinte kilos siempre van a dejar su secuela en forma de flacidez o pérdida de elasticidad en una o varias partes del cuerpo, mayor o menor según la genética, edad, episodios de cambio de peso, embarazos, hábitos…”, apuntan las expertas de la SECPRE.

¿Dónde dejan huella los cambios de peso?

Las doctoras nos cuentan que es muy variable, en la cara a partir de ciertas edades, en el pecho en la mayoría de las mujeres (a menos que lo tuvieran muy pequeño, en cuyo caso sólo se vacía, pero no caerá), en abdomen, brazos, muslos, glúteos, espalda… Ni todas estas personas que han perdido tanto peso querrán hacerse cirugías ni las solicitarán o necesitarán en todas estas áreas.  Pero si la pérdida ponderal supera cifras tipo 30-40 kilos, sin duda, casi todas las áreas corporales lo van a acusar, a menos que tengan una genética envidiable.

“Al perder tanto peso se reduce considerablemente el panículo adiposo, pero en cierto momento, si es mucha pérdida o si la piel no es excelente en cuanto a elasticidad o capacidad de retraerse tras la pérdida de volumen, la piel no se retraerá al mismo nivel, quedando en exceso, flácida, descolgada, adelgazada, según los casos. Y el contorno facial o corporal no será el deseado o esperado. En casos de poca flacidez hay tratamientos médicos, conservadores, que pueden ayudar, pero si el exceso es importante ya sólo la cirugía podrá ayudar. Es muy frustrante para quien ha perdido peso con tanto esfuerzo, pero la naturaleza, nuestro cuerpo y las características de nuestra piel son así. Cierto es que la ganancia en salud es innegable, y siempre compensa pues lo primero es estar sanos, y el sobrepeso no trae más que enfermedades”, añaden.

¿Sabes cuáles son las operaciones de cirugía estética más demandadas por ellas… y por ellos?

 

Hay ocasiones en las que se pierde una cantidad muy grande de peso y, además, en muy poco tiempo. “Esta es una situación cada vez más frecuente, pues por un lado nos encontramos con muy malos hábitos alimentarios ya desde la infancia en tantísimos casos, unidos a un cambio en las actividades del ocio cada vez más sedentario incluso en niños, tanta comida preparada, el no comer en casa… que conducen a que un porcentaje bien alto de la población, también en niños y adolescentes, muestren sobrepeso (recordemos, es sobrepeso a partir de un 25 de IMC, y obesidad por encima de un 30 de IMC). Y, por otro lado, los cánones de belleza y la sobreexposición en redes sociales preconizan estar muy delgados, denostando cualquier sobrepeso aunque sea mínimo. Lo del sobrepeso es ya un problema sanitario de primer orden. Esto hace que tanta gente, desde muy joven, emprenda dietas a veces mal llevadas (otras veces sí que cambian bien los hábitos) y se ponga a hacer mucho deporte para perder peso, y no es raro que chicos o chicas en la veintena nos refieran que han perdido mucho peso, diez, veinte, incluso muchos más kilos. Y a veces en varias ocasiones”, nos comenta la Dra. Maritina Martínez Lara, cirujano plástico y Vocal de Ética e Intrusión de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).

Pero es que desde la SECPRE añaden que también han aumentado mucho las cirugías bariátricas, cada vez menos invasivas por el recurso a la laparoscopia que ha reducido enormemente la morbilidad de estas cirugías, y que varían desde las sencillas como el balón intragástrico, a las plicaturas o bandas gástricas, y ya hasta los bypass que tienen mayor complejidad (y eficacia si hay franca obesidad). Esto hace que cada vez haya más pacientes que han perdido peso de forma masiva, y no les queda entonces otra que reducir esos tejidos con cirugía plástica.

Flacidez y pérdida de elasticidad

Y es que con esas grandes pérdidas de peso, podemos encontrarnos con ‘daños colaterales’, como puede ser la aparición de problemas de flacidez en la piel, tal y como apuntan desde Clínica Opción Médica. En algunos casos, mediante la práctica de ejercicio constante se puede llegar a conseguir tensar la piel con el paso de los meses e incluso años. Sin embargo, como decíamos, en otros muchos casos la única solución es la cirugía estética, ya que se presenta como la forma más rápida y eficaz para eliminar el tejido sobrante que se acumula después de una gran pérdida de peso.

“Las pérdidas de peso dejan huella, de hecho, incluso pérdidas de 4-5 kilos si son repetidas o si tienen mala piel pueden dejar huella. Y pérdidas por encima de los veinte kilos siempre van a dejar su secuela en forma de flacidez o pérdida de elasticidad en una o varias partes del cuerpo, mayor o menor según la genética, edad, episodios de cambio de peso, embarazos, hábitos…”, apuntan las expertas de la SECPRE.

¿Dónde dejan huella los cambios de peso?

Las doctoras nos cuentan que es muy variable, en la cara a partir de ciertas edades, en el pecho en la mayoría de las mujeres (a menos que lo tuvieran muy pequeño, en cuyo caso sólo se vacía, pero no caerá), en abdomen, brazos, muslos, glúteos, espalda… Ni todas estas personas que han perdido tanto peso querrán hacerse cirugías ni las solicitarán o necesitarán en todas estas áreas.  Pero si la pérdida ponderal supera cifras tipo 30-40 kilos, sin duda, casi todas las áreas corporales lo van a acusar, a menos que tengan una genética envidiable.

“Al perder tanto peso se reduce considerablemente el panículo adiposo, pero en cierto momento, si es mucha pérdida o si la piel no es excelente en cuanto a elasticidad o capacidad de retraerse tras la pérdida de volumen, la piel no se retraerá al mismo nivel, quedando en exceso, flácida, descolgada, adelgazada, según los casos. Y el contorno facial o corporal no será el deseado o esperado. En casos de poca flacidez hay tratamientos médicos, conservadores, que pueden ayudar, pero si el exceso es importante ya sólo la cirugía podrá ayudar. Es muy frustrante para quien ha perdido peso con tanto esfuerzo, pero la naturaleza, nuestro cuerpo y las características de nuestra piel son así. Cierto es que la ganancia en salud es innegable, y siempre compensa pues lo primero es estar sanos, y el sobrepeso no trae más que enfermedades”, añaden.

¿Cómo ha evolucionado la cirugía estética en España?

 

La cirugía estética, según la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética), se encarga de corregir alteraciones estéticas para conseguir mayor armonía facial o corporal o incluso para reducir diferentes signos del envejecimiento de la piel

Las operaciones de cirugía estética cada vez son más comunes en mujeres y hombres, y aunque el sector lleva más de dos décadas de crecimiento continuo, durante los últimos años un incremento significativo en el número de intervenciones.

Algunos datos históricos sobre la cirugía estética en España

En el año 2017-2018, la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE) llevó a cabo una encuesta que arrojaba luz sobre el aumento de operaciones estéticas en España, y recibió el nombre de: “La realidad de la Cirugía Estética en España 2017-2018”.

Los resultados de la encuesta mostraron que se realizaron unas 400.000 operaciones de cirugía estética en ese periodo. De ese total, un 83,4% eran mujeres, mientras que sólo un 16,6% de los hombres recurrían a este tipo de operaciones. Pese a esto, se observa un crecimiento progresivo en el número de intervenciones de cirugía estética en hombres en España.

Las operaciones estéticas más solicitadas por las mujeres son: el aumento de mamas (26,31%), la liposucción (succión de la grasa subcutánea a través de una cánula bajo la piel, conectada a una bomba de vacío; 20,92%), abdominoplastia (eliminación de grasa en abdomen, 12,92 %), blefaroplastia (reparación de párpados caídos, 11,85 %) y elevación de mamas (7,85 %).

Por el contrario, las más solicitadas por hombres son la ginecomastia (reducción de  glándulas mamarias, 19,8 %), la liposucción (16,8 %) o la rinoplastia (12,7 %).

Las operaciones de moda

La operación estética más común en España es la mamoplastia de aumento, que consiste en colocar un implante en el seno para aumentar así su tamaño y conseguir una mejor forma. Por otra parte, también ha crecido la demanda de reducción de pecho, que consiste en eliminar la grasa acumulada en el interior del seno y parte de la piel anexa. Esta se realiza sobre todo por temas de salud, en casos en los que, debido al peso del pecho, se produce dolor de espalda y de cuello. En la web de en clínicas como esta se pueden ver los detalles de estas y otras muchas operaciones estéticas.

Otra operación muy común es la de mamas tuberosas. En esta se pone solución a un determinado tipo de malformación en el pecho que se genera en la pubertad. Aunque también destaca la reconstrucción mamaria que se realiza tras la mastectomía (operación en la que se extirpa el pecho) realizada a causa de un cáncer de mama.

Por otro lado, en cirugía facial destaca la rinoplastia, una operación que busca mejorar la forma de la nariz y armonizarla. Una de las últimas y novedosas técnicas es la rinoplastia ultrasónica, que se realiza a través de un limado a base de ultrasonidos y que pretende la remodelación de las estructuras nasales sin necesidad de realizar cortes ni técnicas más invasivas.

Además, se realizan frecuentemente otras operaciones: de reducción de papada, de aumento de pómulos o la llamada bichectomía: una operación cada vez más solicitada que consiste en la eliminación de unas glándulas de tejido graso bajo los pómulos.

Por último, destacan los tratamientos faciales, que se realizan para reducir los signos de la edad: hilos tensores, bótox o lifting facial.

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