¿Puede ser peligrosa?
La toxina botulínica está producida por la bacteria Clostridium botulinum, que es la misma que produce botulismo, una enfermedad que suele trasmitirse a través de una intoxcación alimentaria y que puede llegar a ser muy peligrosa, por eso la OMS también advierte en su web sobre los posibles, aunque poco probables peligros de los tratamientos estéticos con Botox por este motivo.
La doctora, sin embargo, asegura que es complemente segura, “la toxina botulínica usada en los tratamientos de estética está altamente purificada y diluida en concentraciones muy lejos de la toxicidad que puede provocar la toxina generada directamente por la bacteria Clostridium Botilinum. Los casos de botulismo se producen por la ingesta de comida en la que está presente la bacteria o la toxina que esta genera. El tratamiento estético con toxina botulínica es un tratamiento seguro y el más eficaz contra las arrugas de expresión”.
Por ello, desde SEME (Sociedad Española de Medicina Estética) aconsejan ponerse siempre en manos de médicos profesionales para realzar cualquier tipo de tratamiento de estas características.
Fuente: 20minutos