Las operaciones más solicitadas al respecto son la abdominoplastia, lifting de mamas y la liposucción, tal y como confirma la doctora Nélida Grande: “Tras el parto y la lactancia, la cirugía más demandada es la elevación de mamas, una intervención con la que se consigue un aumento de volumen a la vez que se corrige la caída de los pechos”. Por su parte, con la abdominoplastia se buscará retirar la piel descolgada del abdomen y, también, reforzar la musculatura abdominal.
“Una de las áreas del cuerpo más afectadas por el embarazo y el parto sería (aparte del busto) el abdomen, por su abultamiento y por la distensión de los denominados músculos rectos anteriores. Hay que tener en cuenta que esto puede generar grandes diástasis -es decir, la separación de los músculos abdominales del tejido debido al debilitamiento muscular-. Incluso hernias”, apostilla la especialista en cirugía estética. Además de las zonas mencionadas, muchas mujeres también se preocupan por su zona íntima, que se podrá ver afectada tras el parto.
“También la zona íntima se ve afectada si ha habido que realizar una episiotomía durante el alumbramiento. O por el estiramiento de los labios menores, aspecto que se puede corregir con una labioplastia”, aclara la doctora a Divinity.es. Así, una vez que se ha decidido someterse a algún tipo de intervención habrá que tener especial cuidado con la elección de la clínica y de la persona que va a encargarse de la operación. También, la mujer tendrá que tener en cuenta que, tras la cirugía, necesitará un tiempo de recuperación, donde necesitará hacer reposo. En el caso de que la mujer quiera volver a quedarse embaraza será mejor esperar a que tenga a su próximo retoño.
