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Autor: drmazarro

¿Cómo ha evolucionado la cirugía estética en España?

 

La cirugía estética, según la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética), se encarga de corregir alteraciones estéticas para conseguir mayor armonía facial o corporal o incluso para reducir diferentes signos del envejecimiento de la piel

Las operaciones de cirugía estética cada vez son más comunes en mujeres y hombres, y aunque el sector lleva más de dos décadas de crecimiento continuo, durante los últimos años un incremento significativo en el número de intervenciones.

Algunos datos históricos sobre la cirugía estética en España

En el año 2017-2018, la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE) llevó a cabo una encuesta que arrojaba luz sobre el aumento de operaciones estéticas en España, y recibió el nombre de: “La realidad de la Cirugía Estética en España 2017-2018”.

Los resultados de la encuesta mostraron que se realizaron unas 400.000 operaciones de cirugía estética en ese periodo. De ese total, un 83,4% eran mujeres, mientras que sólo un 16,6% de los hombres recurrían a este tipo de operaciones. Pese a esto, se observa un crecimiento progresivo en el número de intervenciones de cirugía estética en hombres en España.

Las operaciones estéticas más solicitadas por las mujeres son: el aumento de mamas (26,31%), la liposucción (succión de la grasa subcutánea a través de una cánula bajo la piel, conectada a una bomba de vacío; 20,92%), abdominoplastia (eliminación de grasa en abdomen, 12,92 %), blefaroplastia (reparación de párpados caídos, 11,85 %) y elevación de mamas (7,85 %).

Por el contrario, las más solicitadas por hombres son la ginecomastia (reducción de  glándulas mamarias, 19,8 %), la liposucción (16,8 %) o la rinoplastia (12,7 %).

Las operaciones de moda

La operación estética más común en España es la mamoplastia de aumento, que consiste en colocar un implante en el seno para aumentar así su tamaño y conseguir una mejor forma. Por otra parte, también ha crecido la demanda de reducción de pecho, que consiste en eliminar la grasa acumulada en el interior del seno y parte de la piel anexa. Esta se realiza sobre todo por temas de salud, en casos en los que, debido al peso del pecho, se produce dolor de espalda y de cuello. En la web de en clínicas como esta se pueden ver los detalles de estas y otras muchas operaciones estéticas.

Otra operación muy común es la de mamas tuberosas. En esta se pone solución a un determinado tipo de malformación en el pecho que se genera en la pubertad. Aunque también destaca la reconstrucción mamaria que se realiza tras la mastectomía (operación en la que se extirpa el pecho) realizada a causa de un cáncer de mama.

Por otro lado, en cirugía facial destaca la rinoplastia, una operación que busca mejorar la forma de la nariz y armonizarla. Una de las últimas y novedosas técnicas es la rinoplastia ultrasónica, que se realiza a través de un limado a base de ultrasonidos y que pretende la remodelación de las estructuras nasales sin necesidad de realizar cortes ni técnicas más invasivas.

Además, se realizan frecuentemente otras operaciones: de reducción de papada, de aumento de pómulos o la llamada bichectomía: una operación cada vez más solicitada que consiste en la eliminación de unas glándulas de tejido graso bajo los pómulos.

Por último, destacan los tratamientos faciales, que se realizan para reducir los signos de la edad: hilos tensores, bótox o lifting facial.

Rinoplastia, la cirugía de moda

 

Es un hecho que la cirugía estética gana adeptos a un ritmo imparable. Y es que cada vez la gente se preocupa más por su imagen y su apariencia física. Hay más demanda y a edades más tempranas. La oferta de tratamientos es extensísima, desde hacerse una rinoplastia, aumento de glúteos, etc

El sentirse bien con uno mismo es importante en la sociedad y la exposición personal en redes sociales también ha tenido mucho que ver. Según una encuesta realizada por la SECPRE, uno de cada 10 españoles se somete a cirugías estéticas por influencia de las redes y los selfies. La manera en la que las redes sociales influyen en cómo nos vemos, cómo nos sentimos y cómo nos gusta que nos vean los demás está detrás de este aumento de procedimientos.

Además, hoy en día hemos perdido el temor a los quirófanos, las técnicas han avanzado mucho y el tiempo del postoperatorio se ha minimizado. Estos otros motivos explican este auge. Nuevos procedimientos y técnicas que han permitido que se realicen operaciones estéticas con infinidad de mejoras.

De entre todas las intervenciones, la rinoplastia es una de las operaciones de cirugía estética más demandadas actualmente tanto en hombres como en mujeres y ya sea para corregir la forma, proporción o posición de la nariz. En definitiva lo que puede suponer un problema para el paciente.

La estética no es el único motivo para operarse la nariz, sino que las razones para hacerse una rinoplastia también atienden a problemas respiratorios, que en muchas ocasiones cambian la vida a las personas pues alteran la función respiratoria.

Unos de los consejos que más dan los cirujanos antes de operar una nariz es no intentar imitar otras narices que te puedan haber llamado la atención. Cada nariz es distinta y lo más importante es buscar una armonía con tu cara. Hay una nariz para cada rostro. Seguro que tienes una nariz favorita, y sí puedes inspirarte en ella, pero no pienses que te va a quedar igual.

El trabajo de un buen cirujano consiste en analizar el rostro de cada paciente para encontrar la nariz más adecuada. Teniendo en cuenta una serie de proporciones, ofrecerá al paciente el mejor resultado para conseguir un rostro simétrico.

Es de vital importancia que si estás planteándote someterte a una operación como esta, lo hagas en manos de expertos como Clínicas NG, una empresa que engloba varias clínicas de cirugía estética dirigidas por la Dra. Nélida Grande.

Es fundamental informarse de la cualificación del profesional que va a realizar la intervención, y que cirujano y paciente mantengan una adecuada comunicación.

El precio de la operación es importante. Pero, más que el precio, cuando lo que está en juego es tu salud, lo importante es ponerse en manos de un buen profesional.

Una vez puestos en buenas manos, es imprescindible tener clara la decisión que nos ha llevado a realizar esta operación.

Así es como debes cuidar las manos en invierno, según las farmacéuticas

 

Su piel se encuentra muy expuesta a los factores externos, lo que puede hacer que se muestren secas, ásperas o agrietadas

Junto con la piel del rostro, la de nuestras manos es la más expuesta a los agentes externos, especialmente en estos días de invierno, lo que puede hacer que sufra una serie de complicaciones que se manifiestan en forma de sequedad, irritación y rojeces. «El frío, el viento y la humedad favorecen que las manos se sequen con facilidad y tengan un tacto áspero, siendo común que en invierno las manos se irriten y vuelvan rojas, e incluso pueden experimentar, en los casos más extremos, la formación de sabañones», nos detalla la farmacéutica Mar Sieira, alma mater de la firma cosmética Sarah Becquer.

Tal y como explica, por su parte, Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmacia, la piel de las manos tiene algunas características particulares: no encontramos con que en el dorso es muy fina y frágil, tiene pocas glándulas sebáceas, y al tener menor grasa, tiende a resecarse con más facilidad, lo que provoca también un envejecimiento prematuro. Mientras, en las palmas, la piel es más gruesa, pero tampoco hay glándulas sebáceas, lo que favorece también la deshidratación. Y tiene, además, glándulas sudoríparas por lo que algunas personas pueden sufrir hiperhidrosis.

Elementos que pueden dañarlas

Como comentábamos antes, las manos siempre están expuestas, al frío, al sol, al aire seco de los interiores, al agua, al jabón, a productos químicos, ahora a los geles hidroalcohólicos… Una suma de factores que pueden acabar debilitando su delicada piel. Rocío Escalante resume los que son en su opinión los tres factores que más pueden afectarles:

– Tocar jabones agresivos y sustancias irritantes (que puede haber en detergentes y productos químicos) aumenta la sequedad y provoca irritaciones, grietas dolorosas, callosidades… Esa es la principal razón por la que conviene usar siempre guantes.

– Lavarlas constantemente también las deshidratada. Ahora mismo, debido a la higiene de manos que debemos tener para evitar los posibles contagios de la COVID-19, hay que elegir jabones suaves e hidrogeles que respeten la barrera cutánea.

– El frío y el viento aceleran la deshidratación, igual que el calor y los ambientes resecos que provoca la calefacción.

Así debes cuidarlas

Por eso, con la ayuda de las dos farmacéuticas, recopilamos algunos consejos para cuidar la piel de tus manos durante estos meses de frío y ayudarte a sobrellevarlos mejor.

  • En opinión de Mar Sieira, lo más importante como imaginarás, es en la medida de lo posible, que utilices unos guantes para protegerlas del frío. Pero además de esta medida puramente física, es imprescindible mantener un óptimo nivel de hidratación de la piel y de su estructura.
  • Para poder hidratar la piel, es fundamental que utilices en las cremas de manos agentes muy hidratantes como la urea, pero si además puedes relipidizar las membranas celulares enriqueciendo dichas cremas con aceites vegetales que se comporten de manera similar a los lípidos que existen en tu piel, ayudará a que ésta los absorba como si fuesen propios, y los incorpore a su estructura celular, ayudándola a fortalecer su función barrera o escudo natural de manera más contundente. La utilización de aceites como el de jojoba, o almendras dulces, te ayudarán a conseguir este efecto.
  • Al lavarlas, es muy importante evitar los jabones agresivos y elegir productos con un pH similar al de nuestra piel (5,5), lo llamados syndet (jabón sin jabón).
  • «Si tienen un tacto muy áspero o están resecas no sólo por el frío, sino por el constante uso que hacemos de las soluciones hidroalcohólicas para desinfectarlas, te recomiendo una exfoliación al menos semanal de las manos», cuenta Mar Sieira. Si quieres realizar tu propia mezcla exfoliante en casa, puedes utilizar dos cucharadas de aceite de almendras o manteca de karité y mezclar con una de azúcar moreno. Aplica esta mezcla en las manos y realiza masajes suaves. Posteriormente retira con agua tibia y aclara, aplicando posteriormente tu crema de manos o aceite habitual.
  • «Igual de importante que la exfoliación, es la hidratación profunda de las manos a través de una mascarilla de hidratación que te recomiendo también al menos una vez a la semana. Puedes aplicar unas gotas de aceite de jojoba o argán a tu crema habitual y dejarlo actuar 5 minutos, retirando posteriormente el exceso o bien adquirir una mascarilla ultrahidratante específica para las manos», comenta Mar Sieira.
  • Tan importantes como las manos, son las uñas y mantener una buena salud de las mismas y una buena hidratación de las cutículas puede ayudarte a evitar la aparición de complicaciones como que las uñas se rompan, además de ayudarte a que la manicura dure más tiempo. Utilizar un aceite para hidratar las cutículas de forma habitual, te ayudará a que tus uñas estén más sanas, fuertes y largas. Entre los aceites que te proponemos está el de almendras dulces, argán, ricino o cualquiera de los aceites faciales que utilices, si no tienes específicamente alguno de los que he nombrado.
  • Rocío Escalante recomienda, además, protegerlas del sol, que puede provocar manchas, aumentar su deshidratación y acelerar su envejecimiento, así como evitar las fuentes de calor directas: agua muy caliente, secadores de aire caliente…

Qué es una lipoescultura: diferencias con la liposucción y riesgos de la intervención quirúrgica

 

Se trata de una intervención quirúrgica para remodelar la figura mediante la succión de la grasa acumulada.

La lipoescultura es un tipo de cirugía estética que se centran en el contorno del cuerpo con el objetivo de corregir aquellas zonas corporales concretas en las que se acumula la grasa, la cual suele ser resistente incluso a las dietas alimentarias.

Aunque se confunde en muchas ocasiones con la famosa liposucción y los dos términos se usan indistintamente, hay algunas diferencias entre ellas, además de que esta intervención quirúrgica, al igual que todas, posee algunos riesgos que se deben conocer.

¿Qué es la lipoescultura?

La lipoescultura consiste en hacer una intervención quirúrgica para remodelar el cuerpo, extrayendo la grasa de ciertas zonas donde pueda estar localizada. Esta operación puede durar entre una y tres horas, aunque depende de la cantidad y y la zona.

Tal y como indican desde Quirón Saludlos pasos de la lipoescultura pasan por: 

  1. Realizar una pequeña incisión para introducir una cánula de liposucción. El otro extremo de la cánula se une a una máquina que produce vacío o a una jeringa especial.
  2. El cirujano mueve la cánula entre los depósitos grasos, disolviéndola y succionándola.
  3. A veces se realizan incisiones adicionales en zonas poco visibles para eliminar todos los depósitos de grasa.

Diferencias entre liposucción y lipoescultura

En primer lugar hay que saber que toda aquella intervención que consista en disolver la grasa localizada en alguna parte del cuerpo y se extraiga a través de una cánula por un efecto de succión debe ser llamada liposucción.

Teniendo esto en cuenta, basta con explicar que la lipoescultura tiene un matiz respecto a la liposucción: el de remodelar el cuerpo. Así lo explican desde Sanitas, donde recogen que es por eso que el término contiene la palabra ‘escultura’. 

Esto no quiere decir que se trata de eliminar la grasa de las zonas donde sobra, algo que puede ser así en algunos casos, mientras que en otros se puede usar la grasa sobrante para ponerla en otros lugares y darle al cuerpo una determinada forma.

Riesgos de la lipoescultura

Los resultados de la lipoescultura son inmediatos, aunque la recuperación es gradual. Así, se debe comenzar a estar activo lo antes posible, ya que cuanta más actividad hay, mayor y más rápida es la recuperación.

Concretamente, se debe saber que tras esta operación el cuerpo se nota más pesado, mientras que las áreas afectadas estarán inflamadas y tendrán hematomas.

Además de esto, la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos recoge una serie de riesgos que conviene conocer respecto a las liposucciones: 

  • Figura desigual, piel ondulada o flácida
  • Daño a la piel o nervios
  • Pigmentación irregular
  • Infección
  • Coágulos de grasa o de sangre
  • Pérdida excesiva o acumulación de líquidos
  • Mala cicatrización
  • Complicaciones con la anestesia
  • Decoloración o hinchazón de la piel
  • Dolor que puede persistir y cambios en la sensibilidad de la piel
  • Daños a estructuras internas tales como nervios, vasos sanguíneos, músculos, pulmones y órganos abdominales
  • Trombosis venosa profunda, complicaciones cardíacas y pulmonares

Fuente: 20minutos

Posparto: ¿desde cuándo puedes hacerte un retoque estético?

 

El embarazo implica un cambio corporal muy grande en la inmesa mayoría de las mujeres. En el posparto es difícil volver a las proporciones y a las formas de antes de la gestación, por eso muchas deciden pasar por quirófano.

Cada embarazo es un mundo y cada recuperación posparto también. Hay mujeres que han engordado lo justo y que se han mantenido activas en los nueve meses anteriores y recuperan sus medidas corporales casi por completo, pero para otras la gestación supone todo un ‘tsunami’ de transformaciones con las que no se siente a gusto.

Para hablar de todo ello hemos recurrido a la Dra. Nélida Grande, cirujana y vicepresidenta de Cirugía Estética de la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética).

¿Cuáles son las cirugías más demandadas en el posparto?

En el embarazo se ensanchan las caderas, hay un aumento de peso y una distensión muscular más o menos acusada y muchas mujeres no vuelven a ser las de antes, a pesar de la dieta y del ejercicio físico. Para algunas esto no representa ningún problema, pero para otras sí, y es cuando deciden acudir a la cirugía estética.

La cirugía de mamas, seguida de la liposucción y de la abdominoplastia son las más frecuentes en el periodo posparto, según detalla la experta.

Son intervenciones relativamente habituales porque tras el embarazo muchas mujeres no se sienten bien al mirarse al espejo. “Cuando baja la inflamación tras dar a luz y se observan, suelen consultar. Algunas al mes ya nos preguntan si pueden operarse y otras esperan a que acabe el periodo de lactancia para planteárselo”, indica la Dra. Grande.

Cirugía mamaria

El pecho se cae o no tras el embarazo y la lactancia dependiendo de factores como el tipo de piel. Hay mujeres que dan de mamar dos años sin que las mamas se les descuelguen y a otras la gestación ya les supone una caída importante de las mismas. “Si no hay tejido mamario y quieren más volumen, hay que poner unos implantes, pero si el pecho se ha caído por el peso y hay volumen mamario, se puede usar su propio tejido para hacer una elevación”, concreta la especialista en Cirugía plástica estética.

Liposucción y abdominoplastia

La liposucción y la abdominoplastia (que elimina el exceso de piel y grasa de la pared abodminal) van unidas en muchas ocasiones cuando la mujer decide entrar en quirófano en el posparto.

“Si la mujer es deportista y no ha tenido una gran distensión de cadera, se puede conseguir que su cuerpo vuelva a ser el de antes en un 95%”, subraya la Dra. Nélida Grande. Así, según explica, combinando estas dos técnicas, la mujer puede volver a su fisonomía anterior al parto en un 80-85%, aunque no haya practicado ejercicio físico para cuidarse más.

¿Cuándo se puede entrar en quirófano?

Las circunstancias de cada mujer y las previsiones que tenga en el futuro sobre su maternidad condicionan el momento en que pueden realizarse este tipo de cirugías estéticas. Así, la especialista de la SECPRE recomienda esperar a realizar las intervenciones si la mujer planea otros embarazos a corto plazo.

“Si van a tardar en tener más hijos, o no lo tienen claro, muchas se operan ya”, apunta. Pero depende también de otras circunstancias como si van a dar lactancia materna.

Por ejemplo, la liposucción exige una o dos semanas de reposo tras la cirugía, por lo que una madre sin apoyos para hacerse cargo de un recién nacido lo tendría muy complicado.

En cuanto a la lactancia, en algunos tipos de cirugía mamaria se ven afectados los conductos galactóforos (por donde transcurre la leche), por lo que si la mujer piensa en tener otro hijo y darle de mamar ha de tener en cuenta este punto.

En todo caso, un plazo razonable puede ser a partir de cuatro-seis meses, cuando el cuerpo ya ha perdido algo de peso y se ha aminorado la retención hídrica de las primeras semanas tras el parto.

Una buena preparación para la cirugía es, según la Dra. Grande, hacer algún tipo de tratamiento médico-estético como la mesoterapia o el drenaje linfático, que son compatibles con la lactancia.

Retocar la cicatriz de la cesárea

Aunque los médicos tratan de que la cirugía de la cesárea quede lo más estética posible, hay casos en que no es así.

“Es frecuentes que mujeres, sobre todo muy delgadas o a las que les ha quedado la cicatriz ensanchada, acudan a la cirugía para que la cicatriz de la cesárea quede lo más plana posible”, destaca la vicepresidenta de la SECPRE. Se trata de una intervención sencilla.

No obstante, tanto en este caso como en el resto, la recomendación es acudir siempre a profesionales acreditados con formación específica y continuada en Medicina Estética para que todo transcurra con la máxima seguridad.

Fuente: Hola

¿Cómo es el tratamiento de una persona trans?

 

El tratamiento de una persona trans siempre debe ser individualizado, pero hay consideraciones que siempre cabe tener en cuenta.

Ahora que la ley trans está de plena actualidad, muchas personas se preguntan cómo es actualmente el proceso que ha de seguir una persona transgénero hasta pasar por una cirugía de confirmación de género. O incluso puede que nos hayamos planteado dar este paso si es nuestro caso o el de alguno de nuestros hijos. Lo cierto es que se trata de un proceso complejo en el que participan diversos especialistas. Por ello lo más importante es siempre acudir a preguntar todas nuestras dudas porque, además, hay cuestiones que están en constante cambio.

Aporta algunas de las claves a tener en cuenta Iván Mañero, especialista en cirugía de confirmación de sexo de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).

“Lo más habitual y aconsejable es que inicialmente la persona transgénero o diversa de género que desea iniciar un proceso de transición y confirmación de género consulte con su médico de familia (si es adulto) o pediatra (en caso de niños/adolescentes) de su centro de salud de Atención Primaria”, aclara como primer paso la especialista.

Este primer facultativo será el que valorará el caso de forma inicial, hará el diagnóstico de disforia de género si corresponde, dará la información básica necesaria y derivará al individuo a los especialistas correspondientes del equipo multidisciplinar de género.

“Estos profesionales serán los encargados entonces de gestionar el proceso a seguir de confirmación de género desde una Unidad de Salud y Confirmación de Género, compuesta por un equipo multidisciplinar de profesionales sanitarios, basándose en los protocolos vigentes de las Autoridades Sanitarias locales y de la WPATH (World Professional Association of Trans-gender Health)”, añade Mañero.

Tratamiento hormonal y cirugía corporal

En cuanto al propio tratamiento lo más habitual es realizar un tratamiento hormonal antes de realizar la cirugía de confirmación de género. Todo ello salvo que existan contraindicaciones al mismo. Pese a ello, cabe tener en cuenta no todas las personas trans necesitan pasar por una cirugía, por lo que el proceso debe estar individualizado y centrado en las necesidades de cada persona.

Asimismo, Ana I. Arnó, también cirujana de la SECPRE, añade que hay algunas cuestiones a considerar. “Es muy importante evaluar previamente las posibilidades de preservación de la fertilidad, por ejemplo, así como descartar si existen contraindicaciones a iniciar el tratamiento hormonal de confirmación de género, teniendo en cuenta comorbilidades de base, principalmente”.

Respecto a la propia cirugía, esta no solo tiene por qué centrarse en la parte genital, como solemos pensar. “La cirugía engloba toda la topografía corporal si es necesario, subclasificándose en cirugía genital, cirugía de feminización facial, cirugía mamaria, cirugía corporal en general, y un amplio conjunto de cirugías plásticas, reparadoras y estéticas para lograr armonizar y confirmar el género en el contexto individualizado de cada paciente”.

Otro de los datos a tener en cuenta es que no se aplican los mismos estándares para la cirugía genital, que, por ejemplo, para el aumento de mamas. “En las directrices más recientes de la WPATH (recogidas en la versión 7 de los “Standards Of Care” o “SOC”), se indica como excepción general a este requisito la cirugía mamaria de confirmación de género, la cual puede realizarse sin tratamiento hormonal previo. Sin embargo, se recomienda al menos 12 meses de tratamiento hormonal previo”, añade Ana I. Arnó, también cirujana de la SECPRE.

Cambios legislativos

El paso más controvertido es el que lleva a analizar la salud mental de la persona y a conseguir un diagnóstico de disforia de género, punto sobre el cuál gira parte del debate de la nueva ley trans. Lo esperable, según Ana I. Arnó, es que esta nueva normativa vaya a facilitar y minimizar aspectos legales del proceso de transición de género, y podría simplificar también algunos criterios clínicos en un futuro próximo.

Más allá de este punto, la experta aclara que lo que sí es recomendable es ofrecer una consulta con el psicólogo para un mejor acompañamiento. “Sin embargo, la psicoterapia antes de instaurar el tratamiento hormonal o quirúrgico no se considera obligatoria por la WPATH”.

Por último, Mañero añade que “En cuanto a los requisitos específicos para este tipo de cirugías en nuestro país, éstos van variando enormemente con el tiempo y según la Comunidad Autónoma”. Por ello, siempre debemos dejarnos asesorar por nuestro especialista. “Es muy importante que el enfoque del proceso de transición y confirmación de género se plantee de forma multidisciplinar y coordinada, con un trato y atención profesionales, respetuosos, empáticos e inclusivos, no sólo antes, sino también después de la cirugía”, concluye el experto.

Fuente: antena3

10 consejos antes de pasar por el quirófano para una prótesis de mama: todos los riesgos que deberías conocer

 

Una operación quirúrgica para el aumento de pecho mediante la colocación de unas prótesis de mama debe seguir una serie de procedimientos y la persona interesada tiene que conocer todos los riesgos antes de entrar en el quirófano.

Como explican en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), muchas pacientes son operadas para una reconstrucción de los senos por motivos de salud y estas intervenciones sí estarían incluidas en el Sistema Nacional de Salud (SNS).

Por otro lado, muchas personas deciden someterse a esta operación con fines estéticos y, por ello, la OCU ha elaborado un documento de recomendaciones a tener en cuenta antes de proceder a la intervención para evitar complicaciones de salud.

1. Acudir a varios centros especializados para hacer una comparativa

Resulta conveniente visitar a varios cirujanos estéticos antes de tomar una decisión y elegir un centro concreto, sobre todo si no dispones de referencias personales de otra persona. «Puedes empezar comentando tus planes con tu médico o especialista de confianza». Sin embargo, hay que tener especial cuidado al buscar opiniones en Internet porque muchas son patrocinadas o falsas, advierte la organización.

2. Preguntar por la experiencia profesional

Otra de las recomendaciones principales es «conocer la tasa de éxito en la realización de cirugías de implantes de mama». Si tienes dudas puedes acudir al colegio de médicos donde te informarán sobre su experiencia profesional. Otra alternativa es realizar una búsqueda en la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).

3. Busca un centro que esté autorizado

«Si no sabes si un centro está o no autorizado para realizar este tipo de intervenciones, anota el nombre y la dirección y pregunta en la consejería de sanidad de tu comunidad autónoma», aconsejan en la OCU.

Respecto a las características, el centro debe disponer de un quirófano con todas las herramientas y medios necesarios para llevar a cabo la intervención, siendo más aconsejable una clínica u hospital con unidad de vigilancia intensiva.

4. Consulta las diferentes técnicas quirúrgicas y alternativas

El centro de estética debe informar sobre las ventajas y desventajas de todas las opciones y posibilidades de intervención, incluso aquellas que no son prótesis. Respecto a los implantes, existen diferentes variedades: de forma redonda o anatómica, de superficie lisa o rugosa o compuesto por gel de silicona o suero salino. 

«La colocación de las prótesis se puede hacer por delante o por detrás del músculo y la incisión para introducirlas puede ser por la zona axilar, en los alrededores del pezón o en el surco mamario», detallan en la organización. Por tanto, la elección del tipo de implante o de la técnica a utilizar se debe realizar tras una evaluación completa del paciente.

5. Ten en cuenta las posibles complicaciones

En la mayoría de casos no existe ningún tipo de complicación grave, pero en ocasiones pueden aparecer o surgir al cabo de un tiempo. Así, algunas de las más graves pueden ser las siguientes:

  • Contractura capsular. Una afección que puede afectar a uno o a los dos implantes y que se caracteriza por el endurecimiento del tejido cicatricial.
  • Infección.
  • Cambios en la posición de los implantes.
  • Ruptura de los implantes.

6. Vigila que la prótesis no sea defectuosa

Uno de los casos más recientes es el de los modelos de implantes fabricados por Allergan. Estas prótesis tuvieron que ser retiradas en 2019 y continúa la investigación para esclarecer la relación entre este producto y la aparición de linfoma anaplásico de células grandes (LACG). Por ello, debes estar atenta a lo que informa la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) al respecto.

7. Los implantes no son para siempre

A pesar de las prótesis, el pecho evoluciona con el tiempo, sobre todo tras el embarazo y la lactancia. «Las prótesis mamarias no son eternas. El material del que están hechas se acaba deteriorando y puede llegar a ser necesario intervenir de nuevo para sustituirlas», explica la OCU.

8. Compara precios

Cuando acudas a visitar los diferentes centros es importante obtener un presupuesto específico y detallado que incluya los siguientes aspectos:

  • Citas que incluye con el especialista.
  • Qué pruebas incluye en el estudio previo a la operación.
  • Cuándo son las revisiones.
  • Qué sucede con la anestesia y el resto de aspectos de la intervención.
  • Si el coste de las prótesis está incluido en la operación.
  • Si la estancia hospitalaria está incluida en el precio final.

9. Consulta fuentes fiables

Puedes acceder al aparato para pacientes sobre prótesis mamarias de la AEMPS o en el portal en español de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés). También está disponible este tipo de información en la web de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).

10. Reflexiona antes de proceder a la operación

La última recomendación de la OCU es reflexionar sobre si realmente es el momento de someterse a esta intervención y valorar el estado de salud físico y psicológica.

Fuente: 20 minutos

La cirugía plástica, clave para minimizar las secuelas de la obesidad mórbida tras la cirugía bariátrica

 

Las secuelas de haber sufrido exceso de peso no son sólo estéticas, sino que también pueden dificultar la vida laboral, social y la práctica de ejercicio físico.

El aumento del sobrepeso y la obesidad, también en sus grados más extremos, es una tendencia en todos los países occidentales, España incluida. De acuerdo con una estimación para 2030 publicada en 20191, en 2030 el 2% de las mujeres y el 1,34% de los varones en nuestro país sufrirá obesidad mórbida, lo que supone el doble que en 2006 en el caso de las mujeres, y un crecimiento aún mayor en el caso de los hombres. En este contexto, también aumentan los tratamientos para paliar este exceso de peso, como la cirugía bariátrica o de reducción de estómago, que practican los cirujanos generales y digestivos cuando la obesidad pone en riesgo vital al paciente y se requiere una pérdida de peso rápida. Junto a ellos, los cirujanos plásticos y reparadores son los profesionales clave para hacer frente a las secuelas físicas de estas intervenciones con lo que se denomina «cirugía postbariátrica».

El Dr. Joan Fontdevila, secretario de la Fundación Docente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) y jefe de Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Clínic de Barcelona, señala que estas intervenciones en ocasiones son necesarias para recuperar una calidad de vida aceptable, puesto que la pérdida repentina de mucho volumen corporal provoca la caída de la piel y pliegues, que pueden ocasionar, además de problemas estéticos, importantes trastornos funcionales. «La caída de la piel del abdomen produce irritación en los pliegues y, en ocasiones, estas lesiones son difíciles de controlar y los pacientes tienen que emplear tratamientos dermatológicos para reducir las molestias que se acentúan en verano por el calor. También provocan problemas de movilidad, dificultad para hacer deporte, para encontrar ropa adecuada… en definitiva, los pliegues en la piel tras la pérdida de peso pueden complicar la vida laboral, social y personal de los pacientes», explica.

Por este motivo, en algunos casos de secuelas graves en abdomen, pechos, brazos y muslos, estas intervenciones incluso son asumidas por la sanidad pública, pues forman parte del tratamiento de los pacientes. El perfil del paciente que se somete a cirugía postbariátrica es, de forma mayoritaria, el de «una mujer, de entre 40 y 50 años que sufría obesidad mórbida y ha perdido desde 25 a 50 kg. con una intervención bariátrica», cuenta el Dr. Fontdevila. En ocasiones, «el exceso de peso ha coincidido con la maternidad, lo que provoca más alteraciones», añade.

Una planificación exhaustiva

Se trata de operaciones complejas que precisan de una planificación exhaustiva. «La cirugía bariátrica, orientada a perder peso y que realizan los cirujanos generales y digestivos, se practica para reducir riesgos importantes a nivel cardiovascular como hipertensión, infartos, ictus…, enfermedades metabólicas como la diabetes, y artrosis prematura de las caderas y las rodillas que acaba requiriendo de prótesis. Las cirugías postbariátricas se practican con posterioridad, para paliar las secuelas físicas del exceso de piel y la pérdida de peso», explica el Dr. Fontdevila, quien advierte de que no se trata de intervenciones menores. «Aunque bien planteadas no implican grandes riesgos, son mucho más largas que la propia cirugía bariátrica», detalla. En concreto, «una abdominoplastia puede durar tres horas; si es por delante y por detrás, cinco o seis horas; las mamas, de tres a cuatro horas, y los brazos, unas tres horas», afirma. Los cirujanos recomiendan en general realizar estas intervenciones de forma individual, no «agruparlas»: «Estas intervenciones entrañan cierta ‘agresividad’, porque retiramos mucho volumen de tejido del cuerpo. Lo que se ha demostrado es que el riesgo de complicaciones desciende si lo limitamos a una cirugía cada vez, y el tiempo recomendado entre una y otra sería de medio año, por lo que el proceso completo puede durar varios meses o años», explica el especialista.

De esta complejidad surge la necesidad de una buena planificación y diálogo médico-paciente. «Hay pacientes que valoran mal el resultado de la cirugía bariátrica, porque lo que ven son las consecuencias estéticas y algo que no es tangible, como la reducción del riesgo de ictus o diabetes, no lo ven. Ahí está el papel del cirujano plástico para minimizar este tipo de secuelas del aspecto físico. Pero el diálogo y la comunicación con el paciente son muy importantes, porque a día de hoy no tenemos una tecnología que encoja la piel, y tenemos que cortar, por lo que son cirugías que generan muchas cicatrices. El paciente tiene que saber cómo serán, dónde estarán ubicadas, etc.», indica el Dr. Fontdevila.

Además de la gestión de expectativas, el Dr. Fontdevila advierte que los pacientes tienen que tomar una serie de precauciones de cara al postoperatorio. La más importante, no fumar. «El tabaquismo es nuestro gran enemigo, por el riesgo de necrosis de tejidos. Cierra los pequeños capilares y hace que la piel que ha sido estirada no tenga suficiente oxígeno y se abran las heridas», asegura. Estos pacientes, asimismo, tienen mayor tendencia al sangrado, por lo que es importante evaluar que no tengan anemia, pues son cirugías en las que se pierden bastantes líquidos», añade.

Para evaluar todos estos factores de riesgo, la figura del cirujano plástico es fundamental. El Dr. Fontdevila lo resume de este modo: «Nuestro papel puede pasar más desapercibido para la población, pero implica cirugías mucho más largas y que hay que preparar de forma concienzuda. Estas intervenciones se salen de los estándares de la cirugía en pacientes que no han sufrido obesidad mórbida. Por ello, es importante la experiencia del cirujano en este tipo de operaciones, porque son procedimientos muy exigentes desde el punto de vista técnico y requieren más tiempos de quirófano y postoperatorios más delicados».

Fuente: SEPCRE

¿Pensando en una cirugía estética? Estos son los errores que debes evitar si vas a operarte

 

Elegir a tu médico por el número de seguidores en las redes sociales, no comprobar que sea miembro de la SECPRE o de la AECEP, o buscar ofertas low cost, entre los errores a evitar si has decidido someterte a una operación de cirugía estética.

Blefaroplastia, aumento de pecho, lifting, rinoplastia… En los últimos meses de 2020 y los primeros del 2021 se registró un aumento de entre el 20% y el 60% en la demanda de cirugías estéticas, según el tipo de intervención (SECPRE). Y el perfil de paciente es cada vez más joven.

Y porque una intervención de este tipo no es una frivolidad, hemos querido hablar con tres cirujanos plásticos top: el doctor José Luis Martín del Yerro (martindelyerro.com), el doctor Francisco Gómez Bravo (presidente de la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica), y Eduardo Forcada (clinicaforcada.com) para saber qué sí y qué no hacer si has decidido operarte. Estos son los errores a evitar:

1. ELEGIR AL MÉDICO POR LAS REDES SOCIALES

«Hoy en día hay muchos cirujanos plásticos que se dedican a la cirugía estética y, además, hay una gran visibilidad de los mismos a través de las redes sociales. Pero conocerlos a través de las redes no significa que con esa información puedan escoger al más conveniente para ellos y al que mas eficacia y mayor calidad puedan ofrecer.

Nuestra recomendación es investigar en las RRSS, pero investigar también dónde trabaja, si hace sus cirugías dentro de un hospital, si tiene un equipo, si tiene una infraestructura suficiente… Y, una vez que hayas conseguido eso, si además conoces a alguien al que haya operado, concertar una cita al menos, hasta tomar la decisión correcta de quién es el mejor cirujano». (Doctor José Luis Martín del Yerro).

2. NO CONSULTAR SI TU CIRUJANO FORMA PARTE DE ALGUNA ASOCIACIÓN MÉDICA

«A la hora de elegir al profesional que ofrezca las mayores garantías de seguridad, me parece apropiado recomendar la elección de un cirujano miembro de SECPRE o, mejor aún, miembro de AECEP (Asociación Española de Cirugía Estética Plástica), que agrupa a aquellos cirujanos plásticos con una mayor dedicación a la cirugía estética. Además, la exigencia es mayor en AECEP, ya que además del requisito de disponer de la titulación oficial de cirugía plástica, se exigen al menos 5 años de experiencia como cirujano en activo después de finalizada la especialización» (doctor Gómez Bravo).

3. FIJARTE EN LA TECNOLOGÍA

«La tecnología es secundaria pues lo fundamental es escoger al cirujano. Si este es bueno, competente y honesto, dispondrá de la tecnología necesaria para llevar a cabo esas cirugías. Muchas veces toda esta tecnología lo que sirve como un método de marketing para captar y convencer. La tecnología es claramente secundaria, lo importante es la personalidad, la técnica y el conocimiento del profesional». (Martín del Yerro).

4. NO SER REALISTA CON TUS EXPECTATIVAS

«La cirugía estética es una cirugía de expectativas. Es una cirugía con la cual el paciente pretende modificar una parte de su cuerpo con la cual no está satisfecho y crea una falta de autoestima, una falta de seguridad en sí mismo y por tanto se propone hace una modificación de esa parte con la expectativa de que eso mejore su autoestima. Por tanto, esta mejoría es enormemente subjetiva y es muy importante que durante la primera y segunda consulta antes de la operación se evalúen con mucha precisión cual son las expectativas del paciente, qué espera de esta cirugía. Estar seguro de que son conseguibles y reales«. (Martín del Yerro).

5. NO TENER LA MADUREZ SUFICIENTE (Y NO ES CUESTIÓN DE EDAD)

«Lo importante no es la edad, sino afrontar una cirugía con una madurez suficiente para tener una conciencia del propio cuerpo, una imagen corporal de si mismo coherente, y realizar una propuesta de tratamiento desde la madurez y estabilidad emocional.

Esa madurez se alcanza en algunos muy pronto y en otros casos nunca. Es por ello que no hay una edad a partir de la cuál se puede operar o no. Depende muchas circunstancias como, por ejemplo: a veces operamos a niños con orejas de soplillo, niños que esa deformidad le provoca una falta de autoestima e insatisfacción, que se refleja en una falta en el rendimiento escolar y en la integración con los amigos. En este caso si se puede hacer en esta edad, pero en cirugías como el aumento mamario, creemos que deben de ser de adultos, una vez alcanzada la madurez.

Como norma no hacemos aumento mamario a mujeres menores de 18 años, aunque sí se puede hacer en casos de extrema severidad, asimetrías o enfermedades graves de la mama». (Martín del Yerro).

6. BUSCAR UNA OFERTA LOW COST

«Los errores más comunes en cirugía mamaria que cometen los pacientes son valorar solamente el precio de la cirugía buscando ofertas en clínicas low cost, no indagar acerca del profesional que va hacer la intervención, no buscar un cirujano plástico cualificado, pedir un volumen de prótesis mayor del que el cirujano recomienda, a veces buscando hasta encontrar al único cirujano que acepte poner ese tamaño y no hacer mastopexia (elevación mamaria) cuando el cirujano lo recomienda.

7. NO HABLAR CON TU MÉDICO SOBRE CÓMO LO VA A HACER

«En el caso del aumento de pecho, por ejemplo, la incisión que se hace. Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes. La cicatriz axilar es la más escondida posible pero no todos los cirujanos están especializados en esa técnica. La cicatriz en la areola es invisible cuando cicatriza bien pero cuando no lo hace se encuentra en un lugar difícil de esconder. La cicatriz en el surco submamario es la más frecuente por la facilidad de acceso pero también la más visible en topless boca arrriba. Si me preguntas a mí, personalmente elijo la cicatriz en la axila». (Eduardo Forcada).

8. PEDIR ALGO ANTINATURAL

Esto ocurre muchas veces con las operaciones de pecho. «La manera de evitarlo es seleccionando implantes de tamaño adecuado al cuerpo de nuestro paciente, respetando los límites anatómicos y eligiendo prótesis que tengan algo de movilidad, un tacto blando y una forma anatómica. Por todo ello mis favoritos son los de forma ergonómica, una mezcla de prótesis redonda y anatómica que suma las ventajas de una y otra.

Tomar medidas es fundamental para elegir el implante mamario ideal. De todas las medidas la más importante es la anchura del implante que está relacionada con la anchura de la mama. Derivado de esa medida y en función del perfil que queremos (cuánto proyecta la prótesis hacia adelante) obtenemos los centímetros cúbicos. Por todo esto es importante recordar que el efecto volumen no lo dan los centímetros cubicos, sino la proyección o perfil de la prótesis». (Eduardo Forcada).

Fuente: Telva

Consejos básicos para tener una piel sana

 

La piel es uno de los mayores órganos del cuerpo, que protege a éste de los riesgos medioambientales, regulando su temperatura y permitiendo la percepción del tacto.De ahí que te presentemos la siguiente serie de consejos para que tu piel esté saludable y tenga una apariencia tersa.

Los excesos de limpieza pueden provocar una pérdida excesiva de grasa en las capas más externas de la piel y producir dermatitis, o bien, acentuar la sequedad de la piel»

Básico para una piel de melocotón

Bebe agua en abundancia

Tu cuerpo pierde agua a lo largo del día. Por ello, necesitas al menos reponer la que pierdes, para lo que has de beber entre dos y tres litros al día. El agua ayuda a que el cuerpo funcione lo mejor posible (no en vano, dos tercios de nuestro organismo son agua) y hace que tu piel tenga una apariencia más tersa y fresca.

Haz ejercicio

La elasticidad y la tonificación de la piel se pierden con la edad. Puedes mantener la firmeza de tu piel haciendo ejercicio físico regularmente. Un ejercicio moderado como el yoga puede ser tan beneficioso como el más vigoroso ejercicio muscular.

Cuando haces ejercicio, incrementas el flujo sanguíneo hacia la piel, lo que implica que ésta reciba de manera óptima los nutrientes y vitaminas esenciales. Por otra parte el ejercicio tonifica tus músculos, lo que ayuda a darle forma a tu piel.

Mantén tu piel reluciente

Una piel limpia es la mejor manera de prevenir infecciones y olores corporales. La mayoría de los jabones, limpiadores faciales, geles de ducha y productos de este tipo han sido probados previamente para garantizar que no provocarán irritaciones o reacciones alérgicas, de ahí que el tipo de productos que escojas sólo deberá responder a preferencias personales.

Recuerda que los excesos de limpieza pueden provocar una pérdida excesiva de grasa en las capas más externas de la piel y producir dermatitis, o bien, acentuar la sequedad de la piel.

Tómate una sauna

Al hacerte sudar y expulsar las impurezas, la sauna contribuye a limpiar tu piel. También mejora la circulación. Recuerda que antes de una sesión de sauna no has de beber alcohol o haber realizado una comida pesada.

Las personas mayores o aquellas con problemas cardíacos, respiratorios o dolencias crónicas deben evitar las saunas. Mantén una temperatura agradable y, eso sí, si durante la sesión te sientes mal o con mareos, sal inmediatamente de la sauna, bebe mucha agua y siéntate tranquilamente durante un rato. Si los síntomas no desaparecen, busca atención médica.

Cepilla tu piel

Cepillar con moderación tu piel en seco con un cepillo especial te ayudará a eliminar las células muertas que pueden hacer que tu piel parezca deteriorada. Cepilla siempre en dirección al corazón, es decir, desde las manos hacia los hombros, desde los pies hasta la cadera.

No te cepilles la piel si tienes cortes, heridas o si padeces enfermedades cutáneas como eczemas o psoriasis, ya que el cepillado no hará más que empeorar dichas afecciones.

Usa exfoliantes

Es parecido a cepillar la piel. Los geles de ducha o los masajes exfoliantes contienen partículas que favorecen el proceso de renovación celular sin agredir a la epidermis. Algunos contienen ácidos procedentes de algunas frutas (alfa hidroxiácidos ) que ayudan a eliminar las células muertas de la piel.

Estos ácidos, también denominados AHA, pueden irritar algunas pieles, por lo que debes dejar de usarlos si percibes signos de irritación o enrojecimiento de la piel.

Hay muchos exfoliantes en el mercado, por lo que tendrás que probar cual se adapta mejor a tu piel. O, si te atreves, a partir de una mezcla de aceite de oliva y sal marina gruesa, puedes intentar fabricar tu propio exfoliante cutáneo natural (obviamente, no la apliques sobre cortes o heridas).

Para suavizar las partes de la piel más rugosas, tales como rodillas, codos y talones, te puedes frotar con pulpa de aguacate en dichas zonas. Tendrás suficiente con una cantidad de aguacate equiparable a la que cabe en la palma de tu mano.

Hidrata tu piel

Hidratar tu piel diariamente te ayudará a mantenerla tersa al incrementar los niveles de humedad. La piel muestra distintas necesidades según la edad y el tipo de piel, por ello, si no estás seguro de qué es lo que más te conviene, es recomendable que consultes a tu farmacéutico.

Muchos humectantes contienen ácidos AHA, vitamina E, germen de trigo, aloe vera, extractos de plantas y otros ingredientes añadidos para mejorar la tonificación y textura de la piel, así como para reducir las marcas de la edad y las arrugas. Busca un humectante que no sea comedogénico (que no bloquee los poros) y huye de las «cremas milagrosas».

Utiliza protección solar

El cáncer de piel es el mayor riesgo de la exposición prolongada a la luz solar. Las mejores medidas preventivas consisten en la moderación y la protección. Hay que evitar una excesiva exposición a los rayos del sol, así como usar un protector solar con un Factor de Protección Solar (normalmente denominado SPF) de 15 o superior.

Es aconsejable una nueva aplicación de protector solar, especialmente después de haber sudado o haberse dado un baño. Un exceso en la exposición al sol puede empeorar o acentuar los problemas de piel como el ezcema o la rosácea, afección que se caracteriza por la aparición intermitente de enrojecimiento o inflamación de la piel.

Observa y vigila tu piel

Observar tu piel regularmente hará que te habitúes y conozcas la apariencia de tu piel, lo que hará que detectes cualquier cambio en ella con mayor rapidez. Presta especial atención a los lunares; si ves que alguno cambia de forma o sangra, visita a tu médico de cabecera para que lo examine.

También deberías revisar mensualmente la piel que rodea a testículos y pechos, sobre todo, ante la posible aparición de bultos, hoyuelos, arrugas, o cambios de textura.

Deja de fumar

Finalmente, si eres fumador, lo más importante que puedes hacer para mejorar el estado de tu piel es dejar de fumar. El humo del tabaco seca tu piel, a la vez que constriñe los vasos sanguíneos y, por lo tanto, la cantidad de sangre que llega a la piel, privándola de nutrientes esenciales. Por otro lado, los fumadores tienen entre dos y tres veces más posibilidades de desarrollar psoriasis.

Fuente: Sanitas